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Impago con precedentes

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Marzo 2014 / 12

Historia

La historia económica sugiere que las reestructuraciones de la deuda son inevitables.

La crisis se ha acabado: las tensiones financieras se calman y la actividad se reanuda tímidamente en Europa. Gracias a la vuelta al crecimiento, la persistencia en la austeridad presupuestaria y cierta dosis de paciencia, la montaña de deuda pública heredada de la crisis debería reabsorberse progresivamente. Este es, en pocas palabras, el credo que anima a los responsables políticos europeos. Los métodos heterodoxos para deshacerse del sobreendeudamiento —el impago o la reestructuración de las deudas, la inflación, la represión financiera ((*)) — serían buenos para los países en desarrollo, pero no para los países ricos, que se enorgullecen de cumplir siempre con sus compromisos financieros.

 

POCA MEMORIA

Error, responden Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff (1). Los gobiernos tienen poca memoria y los dos economistas de Harvard quieren refrescársela. En trabajos precedentes mostraron que, tras la Segunda Guerra Mundial y gracias a una combinación de inflación y desregulación financiera, los países avanzados reabsorbieron su deuda pública. Hoy están de nuevo en marcha ciertas formas de represión financiera, como la política de compra masiva de deuda pública por los bancos centrales estado-unidense y británico o las nuevas normas prudenciales que exigen a los bancos tener más títulos públicos (considerados seguros y de mucha liquidez). La inflación ha dejado de ser un tabú: el economista jefe del Fondo Monetario Internacional recomendaba en 2010 elevar el objetivo al 4% (2). Pero el impago sigue estando desterrado.

Reinhart y Rogoff recuerdan que, sin embargo, los países avanzados recurrieron a él no hace tanto tiempo. Y vuelven a un episodio olvidado: en 1934, EE UU condonó la deuda acumulada por 17 países europeos durante y tras la Primera Guerra Mundial. En esa época Francia y Reino Unido se beneficiaron de una condonación por un montante superior al 20% de su PIB.

La deuda pública de los países avanzados se acerca a su récord histórico

Francia y Reino Unido se han beneficiado de condonación de deuda de más del 20% del PIB

Considerando la montaña de deuda acumulada y la atonía aparentemente duradera del crecimiento, los dos economistas estiman que “es difícil imaginar una resolución de la crisis actual que no implique un papel más importante de las reestructuraciones explícitas de las deudas”. Los datos recopilados por ellos muestran que un sobreendeudamiento masivo impide el crecimiento al menos durante dos décadas.

Ahora bien, la deuda pública de los países avanzados se acerca a su récord del final de la Segunda Guerra Mundial. Y ese récord se superaría con creces si se tuviera en cuenta el conjunto de las deudas públicas y privadas, además de las cargas ligadas al envejecimiento. Además, a diferencia del pasado, esta deuda explosiva es hoy una deuda externa, sobre todo en Europa. Si los acreedores domésticos pueden ser desplumados discretamente por vías reglamentarias o inflacionistas, es mucho más difícil hacerlo con los acreedores de fuera.

(1). Financial and Sovereign Debt Crises : Some Lessons Learned and Those Forgotten, por Carmen Reinhart et Kenneth Rogoff, IMF Working Paper, FMI, diciembre de 2013. Los dos profesores de Harvard se apoyan en el método de historia económica cuantitativa que tanto éxito proporcionó a su trabajo sobre las crisis financieras: Esta vez es distinto. Ocho siglos de necedad financiera. Tras haber sido ridiculizados el año pasado por un estudiante que mostró los errores de cálculo de uno de sus resultados más mediatizados, seguro que esta vez habrán verificado dos veces sus datos…

(2). Rethinking Macroeconomic Policy, FMI, 2010.

* LÉXICO

Represión financiera:  medidas para orientar el ahorro en beneficio del Estado. Puede ser en forma de préstamos preferenciales a un público interno cautivo (fondos de pensiones, compañías de seguros, bancos), de la fijación de un límite máximo de los tipos de interés o de una limitación de los movimientos internacionales de capitales.