Corrupción // Crematorio: Un país en venta
Basada en la novela homónima del valenciano Rafael Chirbes, Crematorio fue la primera serie producida por Canal + España y está considerada una de las mejores de la historia de la televisión nacional. La producción, de tan solo ocho capítulos, ha cumplido ya una década, pero no ha perdido un ápice de actualidad.
Viendo Crematorio comprendemos cómo la fiebre constructora cambió para siempre la costa mediterránea española y cómo se infló la burbuja que causó la crisis económica de principios de siglo, cuyos estragos siguen notándose hoy. El protagoniza de la serie es Rubén Bertomeu, un empresario que transforma el negocio agrícola familiar en un pequeño imperio inmobiliario al mismo tiempo que se convierte en el capo que controla la vida en Misent, una localidad ficticia de la Comunidad Valenciana. Destaca la interpretación de José Sancho en el momento cumbre de su carrera. Excelente también el trabajo de Alicia Borrachero y Juana Acosta como hija y novia de Bartomeu, respectivamente. Entre los tres mantienen un pulso interpretativo de gran realismo y carga dramática.
Crematorio es mucho más que una denuncia de la corrupción; es la historia de un país pobre y eminentemente agrícola transformado por el boom del turismo y la especulación urbanística, de una sociedad que un día parecía apostar por la modernidad y la democracia y acabó rendida al enriquecimiento material y la codicia. Y es también la historia de las contradicciones de un ser humano capaz de destrozar su propia familia en busca de dinero y de poder. Como escribió el propio Chirbes, “construir es no parar de destruir”.