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“Cuanto más pequeño es el niño, peores son los efectos” // Nils Muižnieks

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Febrero 2014 / 11

Entrevista

Nils Muižnieks

Comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa.

FOTO: SANDRO WELTIN/CONSEJO DE EUROPA 

Su informe llamando a las autoridades españolas a combatir en serio la pobreza infantil causó impacto en la opinión pública. Pero los políticos mantienen este asunto como algo invisible.

Creo que Europa, igual que otras regiones industrializadas del mundo, tiene dificultades en aceptar que la pobreza ya no es solo una cuestión confinada a los países en desarrollo, sino que está creciendo también en nuestras ciudades, y que afecta en particular a nuestros niños. Mientras prevalezca la negación, será difícil ejecutar acciones resolutivas contra la pobreza, que plantea una amenaza grave al disfrute efectivo de los derechos humanos.

¿Por qué aumenta tanto?

Pienso que la pobreza ha aumentado considerablemente en todos los países afectados por las medidas de consolidación fiscal, que han puesto un énfasis excesivo en la austeridad y han menospreciado las consecuencias de dichas medidas sobre el acceso de los grupos más vulnerables de la sociedad a la protección social, a la sanidad, a la educación y a la vivienda.

La pobreza infantil, ¿crece más por los recortes contra la crisis que por la crisis?

Todo el mundo puede experimentar dificultades económicas o pasar por períodos más o menos duros en la vida, pero los recortes en las ayudas a las familias y a los niños, a los cuidados sanitarios y a la educación han añadido una terrible tensión a millones de familias. Los Estados tienen una obligación de ayudar a los que están en peor situación: es la razón por la que en diciembre pasado urgí a los países europeos y a los prestamistas internacionales a conceder mayor atención al impacto de sus decisiones sobre los derechos humanos.

Llegó a decir que había niños que se desmayaban en la escuela por su alimentación, como si fuera habitual...

Durante mi visita tuve encuentros con niños y con representantes de ONG activas en ayudar a niños, también en escuelas, que me transmitieron evidencias de casos en los que eso había ocurrido. Mi informe elevó esos casos a una audiencia más amplia y abrió un debate. Por supuesto, eso no significa que los niños se desmayen en todas las escuelas de España, pero es innegable que algunos niños están sufriendo debido a la situación difícil por la que atraviesa su familia. España tiene una red de seguridad fuerte, garantizada en especial por la familia, pero uno no puede confiar de modo exclusivo en ella para enfrentarse a la pobreza. El Estado debe reforzar las prestaciones de ayudas a familias y niños, a corto y largo plazo.

De todos los recortes, ¿el peor es el de los presupuestos de educación?

Creo que este es el que tiene un impacto más amplio y a más largo plazo en el futuro de un país. Sin invertir en educación, las futuras generaciones serán menos capaces de contribuir a la prosperidad del país, no solo económicamente, sino también socialmente. Eso no solo concierne a la educación primaria, sino al conjunto del sistema. Lamentablemente, en algunos países europeos, los jovenes formados se marchan al extranjero. No es solo una pérdida de talento, sino un desperdicio de recursos invertidos en formarlos.

¿Citaría algún país ejemplar en su lucha integral contra la pobreza?

Cada país tiene sus especificidades y no es evidente que las prácticas que han tenido éxito en un país tengan el mismo resultado en otro. Lo importante es lograr una mayor cooperación entre las autoridades centrales y locales dentro de un país, y conseguir el compromiso de la sociedad civil. Las autoridades locales a menudo conocen mejor la situación sobre el terreno y pueden sugerir soluciones interesantes capaces de repliclarse en todo el país. Asegurar un mínimo de protección social en tiempos de crisis es de esencial importancia, así como calcular el impacto de cada política sobre el disfrute de los derechos humanos por parte de niños, mayores, discapacitados, inmigrantes y otros grupos vulnerables.

Tendemos a actuar más sobre los efectos que sobre las causas. ¿Es ese el problema?

No hay una sola causa ni una sola solución. Preguntarse por las causas es necesario para evitar que vuelva a ocurrir. Pero debemos acompañar esta reflexión de medidas que palíen los efectos del problema.

¿Qué consecuencias tiene para un niño crecer en un hogar privado de necesidades?

Muchos estudios han documentado que esta situación origina efectos profundamente perturbadores sobre el bienestar de los niños, y que afecta seriamente a los logros educativos. Cuanto más pequeño es el niño, peores son los efectos de la pobreza. Por tanto, si queremos minimizar el impacto, debemos prestar más atención a las necesidades de los niños en la etapa de preescolar y también en los primeros años de la escolarización.