Discapacidad: jubilarse no siempre es la mejor opción
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Tener una discapacidad, en algunos casos grave, haber trabajado toda la vida en un Centro Especial de Empleo y jubilarse a los 65 años representa una pérdida en la capacidad económica. Los tutores, que son quienes cobran indirectamente una pensión para poder dedicarse a cuidar de ellos, se quedan sin la ayuda económica.
“Lo que está comenzando a suceder es que la gente tiene menos dinero para pagar a alguien que le acompañe en el momento de su vida en que está más debil y necesita más de la ayuda de otro para vivir”, resume Mònica Castells, que asiste a personas con discapacidad intelectual en la Fundació TEB.
Discapacitados intelectuales en TEB. FOTO: MARIANA VILNITZKY Existen tres tipos de pensiones para la discapacidad: la no contributiva, la de orfandad y la pensión por hijo a cargo. La pensión no contributiva se cobra cuando se tiene una disminución mínima del 65% de las capacidades, y no es compatible con la de hijo a cargo u...
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