Educación hecha negocio
Nuevos actores pueblan la formación universitaria y de empresas al calor de la digitalización y de la recualificación de trabajadores. El aprendizaje en línea atrae al dinero. Con consecuencias.
Odilo se presenta en su página web como "el Netflix de la educación". A través de esta plataforma nacida en Cartagena hace 10 años, empresas, universidades, bibliotecas, colegios y escuelas de negocios pueden acceder a contenidos educativos en distintos formatos.
"Puedes diseñar una ruta personalizada de conocimiento. Odilo es un líder mundial y está en expansión", argumenta Juan Revuelta, director de inversiones de Swanlaab Venture Features, para explicar por qué este fondo hispano-israelí ha liderado la última ronda de financiación de Odilo, por 10 millones de euros, junto con otros inversores y el público Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
275: Es el número de personas, el 85% docentes, de las que quiere prescindir la Universidad Europea. El fondo Permira la compró en 2018 por 770 millones.
El capital riesgo ha descubierto la formación a raíz de su digitalización. "Hasta ahora, el nivel de interés que había por este sector era muy inferior al que podía haber por las fintech o la ciberseguridad, porque tradicionalmente ha sido reticente a la tecnología. Para el venture capital tiene que haber tecnología detrás, pues se busca el potencial que da la escalabilidad del negocio. Pero la formación gana atractivo", añade.
Nuevos actores van emergiendo en el universo de la educación y la formación. Mientras que sectores enteros se hunden o se transforman a rebufo de la digitalización, cala el mensaje de que el aprendizaje debe continuar a lo largo de toda la vida y de que la población debe actualizar sus competencias, si no reinventarse. Empresas y particulares se abonan a cursos de todo tipo. Internet parece ponerlo fácil. La pandemia ha sido la guinda.
Abundan los ejemplos. El Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), cofundado por el exGoogle Javier Rodríguez Zapatero para formar a profesionales y emprendedores en negocios digitales, desarrolla su proyecto con la gasolina insuflada por un fondo de Magnum Capital, del exbanquero Ángel Corcóstegui.
Potencial y menos coste
"Los grandes fondos ven que la formación crecerá en los próximos años. Han tardado un poco en llegar a España, pero ya ha habido y habrá más operaciones corporativas. Las administraciones desconocen qué pasa en el mundo real. Con el trabajo en remoto se han dado cuenta", señala Pablo Lobato, fundador y director ejecutivo de Smartmind, que prepara contenidos que otras empresas ofrecen en sus catálogos de formación.
En paralelo, las compañías descubren que les sale más barato formar en línea. Un estudio de IMB Report estima que reemplazar la formación tradicional por formación a distancia puede suponer un ahorro de entre el 50% y el 70%.
800: Son los millones de euros de valor que los inversores del Mercado Alternativo Bursátil otorgan a Proeduca. Hace un año, eran 341 millones.
El mercado global del e-learning o formación a través de Internet se estimaba en 2019, antes de la pandemia, en 101.000 millones de dólares. La proyección de Statista de cara a 2026 supera los 370.000 millones. Según la firma Holon IQ, entre 2017 y 2020 se ha cuadruplicado la inversión del capital riesgo en la llamada edtech, que no es exactamente lo mismo que el e-learning. La edtech, lo que más les gusta a los fondos, es la herramienta tecnológica que permite aplicar la metodología del aprendizaje en línea. Puede darse con alumnos en clase. Pensemos, por ejemplo, en una pizarra inteligente.
La fiebre inversora ha llegado al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). En él cotiza desde 2017 la empresa gallega Netex, que ofrece soluciones para la transformación digital del sector, y que en los últimos 12 meses se ha revalorizado más del 200%. También en el MAB y durante el último año, el Grupo Proeduca ha pasado de valer 341 millones de euros a rozar los 800 millones. Proeduca está constituido por diversas instituciones educativas en línea, como la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), UNIR México y el centro CUNIMAD (adscrito a la Universidad de Alcalá). También tiene presencia en Perú y EE UU.
Pero la tendencia es previa a la pandemia. En 2018 Permira compró por 770 millones la Universidad Europea, con campus en Madrid, Valencia y Tenerife. Y el sello del capital riesgo se ha dejado notar. En diciembre, esta institución presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 275 personas, el 85% de ellas docentes, pese a haber declarado 50 millones de euros de beneficios y haber subido el precio de la matrícula en el curso 2018-2019, según CC OO.
Otro botón de muestra ha sido la operación del fondo CVC, que hace un par de años pagó cerca de 1.100 millones por la Universidad Alfonso X El Sabio. Según el Observatorio del Sistema Universitario (OSU), es la universidad con una proporción más baja de personal docente investigador (PDI) a tiempo completo. No llega al 12%.
Formarse toda la vida
"Si hay nuevos actores y se mueven millones es porque hay una necesidad de formación a lo largo de la vida. Es impensable que esta necesidad pueda cubrirse con la formación tradicional, porque las personas trabajan, tienen obligaciones familiares y ,a menudo, necesitan flexibilidad", señala Carles Sigalés, vicerrector de Docencia y Aprendizaje de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la primera universidad que nació 100% en red, en 1995. Empezó con 200 alumnos. Hoy tiene 77.000.
Sigalés plantea dos preguntas. "¿Tiene o no tiene la población la formación generalizada que necesita, a precio público? Si la tiene, si alguien puede y quiere hacer negocio, pues vale. Pero si no la tiene, es preocupante. Porque entonces estaríamos disminuyendo un servicio que es un derecho, el derecho a la educación. Cualquier Estado ha de garantizar que la educación llegue a todo el mundo". Esa es la primera pregunta.
Según IBM, con la formación en red las empresas ahorran hasta el 70% del coste
La segunda es si a todas las universidades se les exige la misma calidad. "Si no es así, hay competencia desleal. De entrada, comprar una plataforma parece más barato que comprar un edificio que tienes que ir ampliando, pero una universidad de calidad necesita inversión en tecnología, servicios, profesorado, soporte". ¿Se exige lo mismo a todas las universidades? El vicerrector se limita a alertar de la afición por la titulitis. "Si encuentras a gente que busca un título a cualquier precio porque cree que con él tendrá más oportunidades, siempre habrá alguien tentado a vendérselo, más que a apostar por la calidad", dice.
Junto a la pública UNED, la UOC es una de las cinco universidades privadas online que hay en España: la citada UNIR, la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), la Universidad Internacional Isabel I de Castilla y la Universidad Internacional Valenciana.
Según el Ministerio de Universidades, el porcentaje del alumnado online ha ido ganando terreno en los últimos cursos: en 2012-2013, suponía el14,2% de 1,54 millones. En 2019-2020, la proporción se elevó al 16,2% de 1,63 millones.
ADN presencial
Durante la crisis sanitaria, y al hilo de las pruebas de evaluación, Crue Universidades Españolas (los rectores) ha recordado que la presencialidad "es el sello de identidad de la gran mayoría de nuestro sistema universitario".
Un estudio de UNIR y GAD3 concluía en 2018 que la educación en línea había crecido un 900% en todo el mundo desde el año 2000. La pandemia puede ser un punto de inflexión, aunque se vuelva a la presencialidad, del mismo modo que sucede con el teletrabajo.
"Seguro que hay que mantener la presencialidad en entornos educativos. Pero hay que pensar qué añaden con relación a una buena formación online. Si no aportan mucho valor añadido, no funcionará", dice Sigalés. Y al revés. El e-learning se supone que va más allá de ofrecer la misma clase magistral con una cámara delante.
"No solo competimos con otras empresas de formación, sino con el propio entretenimiento. Por eso es importante destacar en contenidos de mucha calidad que le den al usuario una experiencia óptima", explica el fundador de Smartmind.
Abundan los cursos de microlearning, con cápsulas de información comprimida y hasta personalizable. También, la interacción. Y gana terreno la gamificación (aprendizaje mediante el juego).
Para Lobato, la Universidad "debe transformarse rápido porque le falta conexión con la realidad y el mercado de trabajo". Este es el problema mayor que ve en ella: "Muchos profesores no están preparados para defender las fórmulas educativas más avanzadas y tienen capacidad para frenarlas".
La directora de la Fundación CYD, Sonia Martínez, puso en valor al presentar el informe CYD19 en diciembre pasado "la reacción ágil" del sistema universitario español ante el confinamiento, consdierando que, antes de la covid-19, los programas ofrecidos completamente por internet suponían solo un 2,76% de la oferta total.
En la pandemia, además, ha asomado la brecha digital. "En competencias digitales básicas estamos por debajo de la Unión Europea, la brecha digital es un problema", señala Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación de Comisiones Obreras, que se niega a aceptar que "la proliferación de la formación online signifique que esta vaya a mejorar, sin más control cuantitativo y cualitativo".
Según los rectores, 36.000 universitarios tienen trabas para conectcarse, seguir las clases o examinarse en línea. Hablamos de enseñanza superior, pero en la infancia el problema es aún más grave. Según Unicef, en España 100.000 hogares con niños no pueden conectarse a internet.
Más centros privados
En España existe un total de 83 universidades, de las que 50 son públicas. La última universidad pública que se puso en marcha (la Politécnica de Cartagena) lo hizo en 1998. Las privadas proliferan. En 1995 había siete. En 2020, 33.
En la Comunidad de Madrid, en menos de dos años se ha autorizado la creación de la Universidad Internacional de Villanueva y del Colegio Universitario de Estudios Financieros CUNEF, adscritas a la Complutense, más la ESIC Universidad, adscrita a la Rey Juan Carlos. A ellas se les ha sumado la Universidad Internacional de la Empresa, del grupo Planeta. Las privadas suman 12. Hay seis públicas.
PP, Ciudadanos y Vox defienden estos proyectos como un modo de atraer talento internacional y generar emprendedores. Desde Unidas Podemos y Más Madrid se habla de insuficiente calidad, cuando no de sumisión a lobbies empresariales.
Nuevos requisitos
En este marco, el ministro de Universidades, Manuel Castells, ultima un real decreto que endurece los requisitos para que una institución pueda ser considerada una universidad, y también introduce algunas exigencias a los 166 centros que se adscriben a universidades en busca de un aval de calidad.
Los requisitos quieren evitar que las instituciones se limiten a ofrecer docencia —y no solo en los campos menos rentables— para exigirles un mínimo de investigación, transferencia de conocimiento e innovación. No podrán centrarse solo en ofertar másteres, que aportan más ingresos que los grados.
A las universidades no presenciales—el ministerio recibe nuevas peticiones, y no siempre de calidad— se les piden explicaciones metodológicas, técnicas y formativas. De los estudiantes que siguen un máster a distancia, el 84,7% lo hace en una universidad privada.
Para la Fundación CYD, el incremento del alumnado en centros privados se debe a que la oferta de estos "se ajusta mucho más a los requerimientos de las empresas", lo que se traduce en inserción laboral.
En su última comparecencia ante el Senado, el ministro Castells negó que con las nuevas exigencias pretenda poner "cortapisas" a los centros privados, que es precisamente de lo que le acusa la asociación de enseñanza privada ACADE. "Más bien al contrario. Quiero decir abiertamente que la política del ministerio es favorable a la creación de las privadas en el sentido de que aumenta la oferta educativa", apuntó. Pero, añadió, "trataremos de asegurar que respondan al calificativo de universidad y, por tanto, no induzcan a engaño a los estudiantes".
Los rectores de CRUE ven "acertado y necesario" que "se introduzcan criterios calidad académica aceptados a nivel internacional".
Según el Observatorio OBS, solo 12 universidades cumplen hoy los nuevos requisitos, pero este observatorio ha alertado de que, además, solo 18 universidades cumplen los requisitos que ya están vigentes.
Para CC OO, los requisitos "no resuelven el problema de la proliferación de universidades privadas que han surgido sin el adecuado control de calidad". La reforma, subraya el sindicato, busca "incorporar la enseñanza a distancia virtual, bimodal o semipresencial, lo que supone un paso más hacia la degradación de la calidad universitaria". Castells ha anunciado 142,85 millones para "digitalizar" las universidades.
Un estímulo
Pero hay centros afectados que ven positiva la mayor exigencia. "El real decreto nos hace ponernos las pilas, será una palanca. Puedes insistir en que hay que investigar, pero si te obligan, mejor", explica Casilda Güell, decana de la Online Business School (Planeta) que se reivindica como la primera escuela de negocios nacida 100% online, en 2006. Tiene como partners a la UB, la UIC y la UPC. Su alumnado sigue distintos másteres y MBA.
Desatada la fiebre por la formación digital, la reacción inicial de la decana es un ya os lo decíamos. "El entorno se vio obligado a abrir los ojos", apunta. Pero después vino la hora de la verdad. "Esto pone a prueba si tienes un auténtico modelo pedagógico online. Nosotros lo tenemos, así que estamos muy tranquilos". Su centro también ha sido deseado por fondos, tras crecer a un ritmo anual del 14%. Son los negocios escalables.