Financiarse sin la gran banca
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La economía social ha creado instrumentos propios para financiar sus proyectos fuera de la lógica del máximo beneficio y sin depender de las entidades convencionales
ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR
Históricamente, cuando las cooperativas y otras entidades de la economía social acudían a la banca en busca de financiación, lo más habitual es que se llevaran la impresión de que su trajeado interlocutor les veía, en el mejor de los casos, como auténticos bichos raros y hasta como si vinieran de parte del mismísimo Soviet de Petrogrado. Resultado: tener acceso al crédito, una necesidad elemental para cualquier empresa —cooperativa o no—, les resultaba casi misión imposible. Si llegaban a pasar el filtro del empleado bancario de a pie, las cooperativas siempre acababan al final del todo: eran siempre los últimos de la fila.
Ahora las cooperativas y la economía social en general ya reciben una mejor atención por parte de la banca… Pero casi siempre siguen al...
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