Ideas
Estas son algunas de las recomendaciones sugeridas por las personas expertas que han participado en la elaboración del Libro Blanco sobre el futuro de los trabajos.
1. Responsable de empleo de calidad
El objetivo de un crecimiento inclusivo generador de empleo de calidad debe estar en el centro de todas las políticas que despliegue un municipio. Sería conveniente incluso designar una figura de coordinación, o bien atribuir de forma específica a un miembro del gobierno municipal esta función de fiscalización, con la idea de que vele para que cada decisión (fiscal, empresarial, educativa, en vivienda...) no contradiga este objetivo central. En línea con la recomendación del ‘Informe Taylor’ en el Reino Unido, la designación de esta figura facilita la rendición de cuentas de la acción política.
2. Indicador de empleo de calidad
Elaborar un nuevo indicador que permita controlar la evolución de la calidad del empleo que se genera. La herramienta tendría en cuenta factores como el tipo de controato, el salario, las oportunitades de promoción interna, si se pueden predecir las horas de trabajo durante la semana, el trabajo que supera las horas establecidas, la formación que se ofrece, las posibilidades que permite para el equilibrio entre vida y trabajo, la existencia de representación colectiva o la desigualdad de género.
3. Clarificar estatus de trabajos nuevos
El marco legal debe clarificar el estatus de ‘persona trabajadora’, de persona ‘ocupada de una empresa’ y de ‘trabajadora por cuenta ajena’. Evaluar si conviene introducir la figura de quien trabaja ocasionalmente, de profesionales autónomos intermitentes, bajo la denominación que sea, pensando en poner orden en las plataformas digitales, que en todo caso deberían aclarar el estatus de su personal colaborador. Se debería evaluar a partir de cuántas horas se puede considerar esta categoría intermedia. Acotar deberes y derechos, lo que implicaría afrontar cambios en el sistema de protección debido a la dificultad para acumular tiempo de trabajo cotizado.
4. Empleo temporal en la administración
Las administraciones deben dar ejemplo y asumir compromisos públicos de reducción de contratos temporales entre su propio personal en la medida en que la legislación lo permita y, si es posible, fijando objetivos concretos y plazos para su consecución.
5. Mapa ocupacional por barrios
Se trata de elaborar un diagnóstico exhaustivo sobre los perfiles de las personas en paro en cada zona del territorio, sobre sus competencias, las vacantes que existen o que se prevé que haya en las empresas pequeñas y medianas de la misma zona y la formación que sería necesaria para cubrirlas. Ello implica sistematizar encuentros de prospectiva con las pymes sobre sus necesidades a medio plazo.
6. Especialización y descentralización
Parece conveniente un mayor grado de descentralización de los servicios municipales en vistas a mejorar el conocimiento de la realidad de cada zona, y los acuerdos con asociaciones vecinales, culturales, educativas y empresariales del territorio. La especialización puede ser conveniente en la planificación de estrategias de desarrollo local por barrios o zonas, según la realidad y los recursos disponibles.
7. Certificados de competencias
Trabajar con las universidades y las escuelas de formación profesional para que puedan emitir certificados de competencias que se requieren en el mercado laboral, más allá de las titulaciones. Es clave el acceso a competencias transversales que pueden parecer muy básicas pero de las que carecen: capacidad de mantener la atención, capacidad de estructurar un discurso oral o escrito o saber trabajar en equipo.
8. Seguimiento de las personas sin empleo
Conocer de primera mano qué tipo de servicios serían más útiles y echan en falta los colectivos en situación de paro en la ciudad. Es fundamental que cada persona en paro sea objeto de un seguimiento personalizado por parte de los servicios de empleo, lo que comporta reforzar su plantilla y la formación de buenos orientadores laborales.
9. Formación digital y analítica
En la era del big data (macrodatos), impulsar la formación específica en análisis, gestión e interpretación de datos, algo imprescindible para buena parte de las profesiones.
10. Facilitar el reciclaje de plantillas
En una nueva concepción de la formación permanente a lo largo de la vida que requiere una importante flexibilidad, habrá que facilitar las licencias y los permisos laborales para el reciclaje, especialmente entre las personas adultas, e impulsar los cursos cortos combinables con el trabajo.
11. Evaluación de la formación
Crucial es introducir estudios de evaluación del impacto de los programas formativos y ocupacionales, sobre todo los que capaciten con competencias transversales, y a sus efectos a largo plazo.