Inmigrantes sin derechos, sin cifras
FRONTERAS
La llegada de inmigrantes a España está plagada de hostilidad. Europa se empeña en cerrar las puertas de las personas mientras se las abre a las mercancías. El entramado de alambre con cuchillas que divide España de África, los Centros de Internamiento donde se hacinan los desafortunados descubiertos por el régimen, las irregularidades en el tratamiento de los inmigrantes por las fuerzas policiales, los turistas obligados a perder sus pasajes y a volver a sus países bajo la sospecha de que se quedarán, los conflictos diplomáticos… Nada de esto está contabilizado.
En estos momentos se está llevando a cabo en la Audiencia de Málaga un juicio contra cinco policías nacionales a los que la Fiscalía acusa de supuestos abusos sexuales a internas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga entre junio y julio de 2006. Mientras tanto, ellas han sido expulsadas a sus países.
“No tenemos las cifras de los abusos porque el Gobierno, que podría tenerlas, no las da”, explican en Amnistía Internacional. “En los expedientes normales de cualquier causa existen casillas de abusos por violaciones, por robos y otros delitos, pero no existe una casilla por racismo. Sin embargo, hemos visto que con la crisis hay una tendencia de abusos en aumento”.
Actualmente, hay algunos agentes condenados, pero ninguno cumple la pena porque luego son indultados. No hay ningún agente de las fuerzas de seguridad que cumpla actualmente condena en la cárcel.
En el último informe disponible sobre el asunto, que data de 2002, España: Crisis de Identidad. Torturas y malos tratos de índole racista a manos de agentes del Estado, Amnistía contabilizó más de 320 casos de torturas y malos tratos con un componente racista en los que estaban involucrados agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, así como de las policías autonómicas y locales. Pero la cifra se queda corta porque no todos los inmigrantes maltratados llegan a denunciar ni acobijarse en las ONG.