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Intercambio, otra manera de conocer lugares

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Junio 2015 / 26

El intercambio de casa no sólo es más económico, sino también más ecológico. No se requieren habitaciones extra

ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR

65.000 casas en 150 destinos distintos”. Así es como se promociona la web Home Exchange.com, probablemente una de las webs de intercambio de casas más famosas del mundo. El intercambio diferencia por completo la forma en que se concibe un viaje. Una persona o familia se queda en la casa propia mientras uno va a la de ellos. Los intercambios pueden ser cortos, de apenas un fin de semana, o largos, incluso de un año entero.

Este sistema no sólo evita el uso de megahoteles, numerosas veces poco responsables con el medio ambiente, sino que hasta se pueden conseguir nuevos amigos internacionales. Son comunes los encuentros entre las partes (además, si se puede, se recomienda encontrarse en algún punto intermedio del viaje, conocerse y firmar un contrato modelo de responsabilidad). Se conocen pueblos perdidos, alejados del turismo tradicional y que podrían significar verdaderos descubrimientos de los sentidos.

Además, en el intercambio se resuelven algunos problemas de los viajes tradicionales: se pueden intercambiar también coches, se cuidan los animales o las plantas de otros (y otros las propias), y las casas nunca quedan vacías. Si hay niños, suele haber un mundo de juguetes por probar, y suele haber de todo, hasta bicicletas disponibles.

Una casa por otra, para vivir como un local, en sitios por descubrir

El sistema es también una forma de conseguir amigos

Es posible ‘alquilar’ un sofá o intercambiar solo con artistas

Pero sin duda, una de las partes más interesantes de los viajes tiene que ver con la vida local. Alrededor no suele haber turistas, sino personas que viven en el barrio, como cualquier otra. Una de las tradiciones de los intercambios es el agasajo entre las partes. Cada persona deja al visitante una carta no sólo con el funcionamiento de la casa, sino también con recomendaciones de la zona (restaurantes donde van los vecinos, visitas posibles)… como si se tratara de un amigo a quien se le quiere dar el mejor recibimiento.

Se pueden hacer intercambios simultáneos o no simultáneos (para quienes tienen alguna segunda residencia). Es muy común que formen parte de los intercambiadores personas que se encuentran jubiladas y que pueden disfrutar de unas vacaciones en cualquier época del año, y con fechas más flexibles.

 

PARA TODOS LOS GUSTOS

Lo más común, y más antiguo que la creación de Internet, es el intercambio de casa, que comenzó a hacerse mucho tiempo atrás. En la empresa Intervac dicen ser los pioneros, organizando intercambios desde hace 60 años, a fuerza de cartas, llamadas telefónicas y una agencia de turismo especializada en este asunto.

Pero con Internet, el sector del intercambio ha supuesto un boom, y se ha ido sofisticando, con muy diversas opciones. Además de la conocida Homeexchange.com, hay otras webs como homeforhome, knok, mytwinplce, intercambiodecasa, TrampolInn, etc, etc.

Quienes se animen pueden disfrutar también del Couchsurfing quedándose en casas de otros, aun cuando éstos no se han marchado de su casa en el mismo momento. O de NightSwaping, un concepto parecido, con puntos por alojar.

A su vez, se puede elegir intercambio sólo con diseñadores y artistas visuales en BeHomm o BedRural, especializado en casas rurales. 

Las opciones son muy diversas, pero lo importante es que en todos los casos cambia por completo la concepción de un viaje, de un territorio y de compartir lo que se tiene.