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La importancia de la comunidad

La estructura cooperativa y una creciente red de apoyo blindan la independencia del proyecto.

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Marzo 2022 / 100

La viabilidad de la mayoría de empresas de comunicación depende de propietarios capitalistas y de lectores-clientes, pero esta ecuación no funciona en Alternativas económicas: los dueños son los propios trabajadores, acompañados por un creciente grupo de socios-colaboradores. Y los lectores no suelen ser meros clientes, sino que en su gran mayoría muestran su compromiso con el proyecto con una suscripción o incluso queriendo formar parte del mismo a través de las distintas modalidades de suscripción Amiga.

Esta estructura es una de las claves que ayudan a entender la capacidad de resistencia de Alternativas económicas. Y también ejemplifica hasta qué punto se trata verdaderamente de un modelo en las antípodas de las grandes cabeceras periodísticas, que suelen estar bajo el control de inversores privados a la búsqueda de beneficios y, en muchos casos, de influencia personal. En cambio, en el modelo cooperativo la empresa editora está bajo el control de los socios-trabajadores, que no solo son responsables de la redacción y de su línea periodística y editorial, sino también de las decisiones empresariales: la independencia queda garantizada.

En el caso concreto de Alternativas económicas, los socios-trabajadores tienen el 70% del derecho de voto en la asamblea general y llevan las riendas del consejo rector, el órgano de gobierno del día a día de la empresa, Alternativas Económicas, SCCL, que preside la periodista Ariadna Trillas, redactora, a su vez. de la revista. Los socios-colaboradores, figura de la economía social equivalente al del inversor pero sin ánimo de lucro, suman el 30% restante y tienen a un representante en el consejo rector. En estos nueve años, las grandes decisiones se han tomado siempre por consenso, sin necesidad de llegar a ninguna votación. 

La contribución de los socios-colaboradores a la supervivencia del proyecto ha sido vital, al involucrarse a fondo con sus conocimientos y aportar también buena parte de los recursos necesarios para mantener la solvencia de la empresa y evitar el endeudamiento bancario. Los socios y socias de trabajo adquieren el compromiso de aportar un mínimo de 5.000 euros al capital de la cooperativa, que se les va descontando de la nómina hasta completarlo, mientras que, en el caso de los socios y socias colaboradores, la aportación es de 4.000 euros.

El número de socios de trabajo es hoy el mismo que cuando salió el primer número (7), mientras que los colaboradores han pasado de 34 a 85, lo que ha supuesto una entrada constante de energía y de recursos, que han servido para ir compensando las pérdidas acumuladas. En este periodo, entre 2013 y 2022, han fallecido tres de los socios-colaboradores: los periodistas Carles Capdevila, exdirector del diario Ara, y Antonio Franco, ex director adjunto de El País y exdirector de El Periódico de Catalunya, y el filólogo Andreu Navarro, histórico corrector en la edición catalana de El País y también de Alternativas económicas. En aras de la transparencia, el listado completo de socios y socias se publica íntegramente en la página 4 de cada número de la revista.

Desde el lanzamiento mismo del proyecto en España, y aprendiendo de la exitosa y larga experiencia de Alternatives Economiques en Francia, la cooperativa creó también la figura de la suscripción Amiga para involucrar a la comunidad lectora deseosa de implicarse en el proyecto más allá de ejercer de clientes externos que compran la revista: esta segunda corona de la comunidad también ha sido clave para apuntalar el proyecto.

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Comunidad de Alternativas

Implicación

En contra de la lógica capitalista, donde pagar más equivale a obtener servicios premium exclusivos, la suscripción Amiga supone en la práctica pagar más voluntariamente para reforzar el proyecto y, en ocasiones, incluso dedicarle tiempo personal para contribuir a extenderlo. Una vez al año los Amigos y Amigas están convocados a una reunión para analizar la situación de la cooperativa con vistas a explorar, conjuntamente con la redacción y los socios, iniciativas de mejora, que luego suelen poner en marcha los propios Amigos y Amigas: organización de charlas, ideas para conseguir más notoriedad y colaboraciones, puesta en marcha de cursos y libros que permitan conseguir ingresos extras y aumentar la difusión de la revista, sugerencias para explorar posibilidades de patrocinios o de dosieres, puesta en común de contactos para intentar conseguir suscripciones en bloque en universidades y entidades, propuestas para alcanzar una mayor difusión de cada nuevo número de la revista y también del proyecto en redes sociales, etcétera.

Las posibilidades surgidas gracias a esta comunidad comprometida son muy amplias, y estas reuniones han sido el origen de muchas iniciativas que han acabado reforzando el proyecto y aportando ingresos adicionales. Una vez al año, coincidiendo con la reunión anual de la comunidad, la revista publica el listado completo de los Amigos y Amigas en sus distintas modalidades: la básica, en la que se pagan 65 euros al año en lugar de los 55 de la suscripción general; la 100, en la que la cuota es de 100 euros y se reciben tres libros cedidos por editoriales colaboradoras, y la Plus, con una contribución de 250 euros anuales y la recepción de un lámina del artista Perico Pastor, socio de Alternativas económicas, de una edición exclusiva, numerada y firmada por el autor.

El peso de los Amigos y Amigas ha ido también creciendo a lo largo de los años. No solo en términos absolutos, sino también respecto al porcentaje de suscriptores que optan por esta opción más comprometida, que ha pasado del 17% a finales de 2013 al 25% actual. Además, el trasvase de Amigos y Amigas hacia opciones cada vez más comprometidas también ha sido constante y, en ocasiones, el recorrido ha acabado culminando con la incorporación como socio-colaborador. En 2013, todas las suscripciones Amigas lo eran en la modalidad básica. Ahora, estas han pasado de 231 a 252, pero hay, además, 211 personas que han optado por la opción Amiga 100 y otras 29 por la Plus.

La red de Alternativas económicas se completa con los suscriptores, que al adelantar el pago de los números que irá recibiendo durante todo un año, son la base de un modelo concebido para proporcionar información y análisis rigurosos y útiles a la comunidad que hace posible el proyecto. 

Nuestros socios y socias opinan...

“Cuidemos esta voz independiente, heterodoxa, polémica y honesta. No hay tantas". 
Xavier Vidal-Folch, periodista

“Un antídoto contra el pensamiento único en economía". 
Ricard Ruiz de Querol, tecnofilósofo

“Me honra pertenecer a un proyecto heroico: independiente y solidario”.
Isabelle Durand, psicoanalista

“Una herramienta imprescindible para conocer la realidad económica y su impacto en nuestro día a día, hacerse las preguntas necesarias y contar con voces diversas y transversales que tratan de explicar, desde el sentido crítico y la imparcialidad, los escenarios que se van dibujando”. 
Antoni Gutiérrez-Rubí, fundador de Ideograma

“Un proyecto serio y riguroso, totalmente imprescindible en estos momentos y en el futuro”. 
José María Molina, ex empleado público

”Una apuesta por el papel de los economistas en la mejora de las condiciones de vida de la sociedad”. 
José Vallés, catedrático de Economía

“Una revista independiente, alternativa y europeísta de calidad, gestionada por un grupo humano honesto y progresista que merece toda nuestra admiración y respeto”. Ana María Turk, geógrafa, y Alejandro Zurita, ingeniero

“Saber más y mejor, con otra mirada que nos arroja algo de luz desde la perspectiva del compromiso con la justicia social y medioambiental”. 
Miquel Miró, gestor cooperativo

“No solo hace inteligible las alternativas; también llama las cosas por su nombre”.
Antonio Massieu, estadístico

“Una voz alternativa desde la economía, aquí y ahora, cada vez con mejor calidad y totalmente indispensable”. 
Anna Monjo, editora

“Antepone la información económica a los intereses comerciales de las empresas o de personas poderosas; un gran trabajo con integridad ética”. 
Ángel L. Fernández Recuero, editor de JotDown