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“La red acerca el dolor ajeno” // Antonella Broglia

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Enero 2015 / 21

Entrevista a Antonella Broglia, Embajadora en España de Ashoka, red internacional de referencia de emprendedores sociales

Antonella Broglia. FOTOGRAFÍA: TWITTER

Antonella Broglia, ex consejera delegada de Saatchi & Saatchi España, es embajadora en España de Ashoka, una organización global sin ánimo de lucro nacida en Washington hace más de tres décadas, que identifica y da apoyo a emprendedores sociales, ciudadanos que actúan por el cambio. Hoy apoya 3.000 proyectos en 84 países —es la mayor red en el mundo—, 24 de los cuales están en España.

 

Cuando hablamos de innovación, ¿hablamos de emprendedores sociales o de qué?

Un emprendedor es alguien que tiene una mentalidad determinada, que no acepta un no por respuesta y no cesa hasta que logra lo que quiere. Cuando nos referimos a un emprendedor social, hablamos de personas que miden su resultado en número de vidas mejoradas, niños educados, personas alimentadas. Cuando hablamos de innovación social, hablamos de un modelo que aporta una solución nueva y sistémica ante un problema social. Eso es lo que buscamos y reconocemos en Ashoka. Lo que hizo Muhammad Yunus con los microcréditos es importantisimo, fue innovación social en los años setenta. Ahora no es nuevo, aunque sigue siendo una herramienta formidable.

¿Vivimos un boom de lo social tras la crisis? ¿O es marketing?

Existe un boom, por muchos motivos. La búsqueda de significado en la vida de las personas y de las empresas. Además, la red acerca realidades de dolor y sufrimiento ajenos.

¿Cómo identifican nuevos proyectos?

Contamos con una red propia de observadores que nos ayudan a ello. A veces, nuestros propios fellows (distinguidos como emprendedores sociales de la organización), o diferentes organizaciones públicas o privadas, nos hacen llegar historias de emprendedores para que valoremos su impacto.

¿Qué es lo esencial para que reciban apoyo?

Lo esencial es que la innovación que se proponga tenga capacidad de producir un cambio sistémico, estructural, que un día se podrá volver la norma. Hacen arrancar una iniciativa que se mueve en los márgenes del sistema, que a veces se aplica mediante el método de prueba y error. Por ejemplo, un método que logre que un niño, con independencia de sus recursos, pueda aprender más deprisa matemáticas y que pueda afectar no sólo a unos pocos, sino que pueda ser un modelo aplicable en todas partes.

¿Y qué ocurre si el proyecto se desarrolla mediante una empresa que gana dinero?

El objetivo de un innovador social es lograr el cambio. Por eso, su prioridad es reinvertir los beneficios, si los hay. Lo que importa es lo que hace, no hacerlo para ganar dinero. Si lo gana, importa para qué se usa.

Algunas iniciativas sociales pueden acabar supliendo la función de las administraciones públicas. ¿No las desresponsabiliza?

La innovación social no está para suplir lo que hace el Estado, pero que éste lo haga o no, es un factor que no tenemos en cuenta cuando identificamos proyectos. El concepto de cambiar el mundo puede sonar muy manido, pero las 3.000 personas de nuestra red con sus proyectos de verdad contribuyen a cambiar el mundo, y saben mostrar una creatividad extraordinaria para resolver problemas sociales, a veces para salvar vidas. Esto no es marketing. Es la fuerza de un emprendedor social. Dale una innovación social potente a un emprendedor y acelerarás el cambio.

En España hay sólo 24 proyectos. Deduzco que en el país de los pelotazos no hemos descubierto aún la innovación social.

Al margen de dónde sean originarios, muchos emprendedores sociales se encuentran allí donde están los peores problemas, ya sea en la India o en países de América Latina. Pero no podemos generalizar al hablar de cultura del pelotazo en España. También es el país con cultura de organizaciones sociales como el 15M. Aquí llevamos únicamente diez años y con pocos medios. Poco a poco, vamos avanzando.

¿Qué papel desempeñan los fondos públicos?

Ninguno. En los proyectos de Ashoka, que es referencia mundial en innovación social, pesa principalmente la filantropía, pesan los donativos, de fundaciones y de empresas privadas.