Las fuerzas de la ‘desglobalización’
La mundialización del comercio y las finanzas ha tocado techo y su rechazo se ha convertido en baza electoral. Estamos ante un cambio profundo en el capitalismo contemporáneo
ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR
Hay que hablar claro: la globalización causa muchos estragos”. Estas declaraciones del primer ministro francés, Manuel Valls, al diario Les Echos el pasado 24 de noviembre sorprendieron a todo el mundo. Junto a las diatribas proteccionistas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el brexit y el auge de los partidos nacionalistas en Europa, da la impresión de que la globalización económica se considera una baza electoral.
Y no sin razón: la duda sobre las virtudes de la internacionalización no deja de aumentar entre la población, sobre todo en Francia. Ni siquiera los economistas siguen creyendo ya en una globalización portadora de ventura y se inclinan a subrayar el papel que ha desempeñado en el aumento de las desigualdades.
Pero la realidad no ha esperado a que los economistas y los políticos tomaran conciencia de ello. Pues, paradójicamente, cuando por fin se abre el debate sobre los...