Los inicios de la lucha climática
Los movimientos ecologistas surgieron a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, pero el trabajo de investigación y divulgación de ecólogos y naturalistas tiene mucha historia.
Las primeras acciones en defensa de los recursos pesqueros y los bosques ibéricos se remontan al siglo XVII, según recoge Joaquín Fernández en su libro El ecologismo español. Pero hasta mediados del XIX, quienes estudiaron aspectos de la botánica, la zoología y la geología lo hacían cada cual desde su ámbito, sin establecer un vínculo entre la vida y el entorno, una interacción que estudia la ecología —el término fue inventado por el alemán Ernst Haeckel en 1866—. Mediados del XIX es también el punto de arranque de la exposición que, en 2007, organizó el Museo de Ciencias Naturales sobre 150 años de ecología en España, donde desfilaban personajes como el entomólogo Manuel Martínez de la Escalera, que buscaba escarabajos en Oriente Medio.
Ecología frente a ecologismo
Distinto de la ecología, aunque estrechamente ligado a ella, es el ecologismo, un movimiento sociopolítico que lucha por proteger el medio ambiente y que no se gestó hasta finales de la década de 1960, como reacción a las agresiones al propio territorio y a nuevas formas de contaminación.
Aunque a menudo la lucha fue local, en torno a problemas concretos, pronto se tejieron organizaciones y asociaciones que coordinaran el nuevo combate. El nacimiento de Greenpeace en 1971 fue uno de sus hitos, aunque hoy, ante la emergencia climática se han multiplicado los movimientos de protesta —de Fridays for the Future a Extinction Rebellion—. La joven Greta Thunberg es su símbolo.
El camino desde los orígenes en España, en el que la filosofía favorable la conservación de espacios naturales de la Institución de Libre Enseñanza remó a favor, está jalonado de referentes.
La ecología estudia la interacción entre la vida y su entorno. Otra cosa es, aunque va muy ligada, el ecologismo
He aquí algunos de los más reconocidos: Lucas Mallada (1841-1921), considerado el fundador de la paleontología española; José Cuatrecasas (1903-1996), que desde la geobotánica ayudó a modernizar contenidos y metodología científica de la historia natural; Ramón Margalef (1919-2004), primer catedrático de Ecología en el país y refundador de esta disciplina, junto con Fernando González Bernáldez (1933-1992), que ocupó la segunda cátedra de Ecología y muy comprometido con la educación ambiental y la investigación.
Las mujeres han sido parte del camino. La profesora Ana I. Simón Alegre escribía en 2013 cómo el trabajo de las profesoras de Geografía Leonor Serrano, jurista y pedagoga, (1890-1942) y la también traductora y escritora Gloria Giner de los Ríos (1866-1970) ayudaron a fomentar la conciencia ecológica en el alumnado al intentar, mediante la “observación entusiasta”, transmitir que el medio físico también cambiaba por la interacción de la comunidad.
El 'padre de Doñana'
Nada sería lo mismo tampoco sin el biólogo Santiago Castroviejo, (1946-2009) gracias al que fue posible el proyecto Flora Ibérica, que facilitaba la identificación de las plantas autóctonas y de las naturalizadas en la Península y Baleares. O sin Francisco Bernis (1916-2003), ornitólogo coimpulsor la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), junto con el biólogo, ecólogo y activista José Antonio Tono Valverde (1926-2003), considerado padre de Doñana, pues su combate culminó en la creación, en 1969, de este parque nacional.
De hecho, el ecologismo ha ido forjándose batalla sobre batalla, donde a menudo el trabajo de ecólogos y activistas ecologistas se confunde, al principio en grupos locales."Llevó casi 20 años conseguir integrarlos en una estructura organizativa que los hiciera más fuertes y con mayor capacidad de influencia social", dice Ecologistas en Acción en su web, desde la primera Asociación de Estudio y Defensa de la Naturaleza, creada en 1976, hasta la articulación de la confederación, en 1998.
En España, Greenpeace se había fundado formalmente en 1984, de la mano de Xavier Pastor. Los principales frentes de protesta a lo largo de las décadas siguientes abordaron cuestiones como los vertidos nucleares en el mar, el cierre de centrales y el rechazo del Almacén Temporal Centralizado de residuos; el Plan Hidrológico Nacional (PHN), en 1993; vertidos y desastres como el hundimiento del Prestige en 2002 y la rotura de la presa de contención de la mina de pirita de Aznalcóllar (Sevilla); protestas contra aeropuertos fantasma como el de Ciudad Real, que exigió recalificación urbanística, y, ante la especulación en la costa, la cruzada contra el complejo hotelero de El Algarrobico, en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Otras protestas sonadas las motivaron la creación del embalse de Riaño, las prospecciones marinas de hidrocarburos ligadas al proyecto Castor y el trasvase Tajo-Segura. Riaño, Lemóniz, Cabañeros, Cabrera, Doñana. Son otras de las batallas que evoca El ecologismo español.
Algunos de los activistas marcaron perfil en el rechazo a las nucleares, caso de Pedro Costa Morata y de Mario Gaviria, que en 1974 coimpulsó el Manifiesto de Benidorm, documento clave en el nacimiento del ecologismo en España, según Ecologistas en Acción. Otro histórico que el movimiento suele mencionar entre sus referentes es Artemio Precioso, quien combatió a gobiernos y empresas que destruían el planeta igual que se había luchado contra el fascismo como forma de destruir el mundo.
El ecologismo se ha forjado a base de batallas, como Doñana, Riaño, 'Prestige' y el PlanHidrológico Nacional
La divulgación ha sido esencial en su combate, con nombres destacados como los de Benigno Varillas, uno de los grandes iniciadores del periodismo ambiental, y el escritor y naturalista Joaquín Araujo.
Otro de los pesos pesados del movimiento es el de Humberto da Cruz, fundador de Amigos de la Tierra. World Wildlife Fund (WWF), cuyo secretario general es Juan Carlos del Olmo, y SEO/Birdlife, dirigida por Asunción Ruiz, también llevan medio siglo en un combate verde.
Ecofeminismo
Una corriente del ecologismo se cruza con el movimiento feminista. Ecología y feminismo pueden compartir la necesidad de situar la vida en el centro y de tener en cuenta la dependencia de la naturaleza. Es un movimiento con múltiples matices, en el que destaca la antropóloga, ingeniera y activista Yayo Herrero. También Alicia Puleo defiende la problemática ecológica en clave de género.
Desde la economía ecológica y la justicia ambiental, voces destacadas del panorama actual son las de los economistas José Manuel Naredo y Joan Martínez Alier. El primero, también estadístico y autor de La economía en Evolución, defiende una reconversión del sistema económico desde un enfoque ecointegrador poco amigo del término "decrecimiento" (habrá que expandir algunas actividades, energías y materiales, como la energía solar).
Martínez Alier, profesor investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (UAB) y fundador de la Sociedad Internacional Economía Ecológica es coautor de La ecología y la economía, Economía ecológica y política ambiental y Solo tenemos un planeta. Es uno de los directores del Atlas Global de Justicia Ambiental, que visibiliza las resistencias de las comunidades frente al extractivismo. Es partidario de una reducción consciente y planificada del uso de materiales y la energía en aras de una mejor redistribución de la riqueza. En ambos, la huella de Georgescu-Roegen es patente.