No todas las cooperativas son iguales
Se suele poner a las cooperativas en un mismo saco, pero no son todas iguales. De hecho, pueden ser muy diferentes según su clase. Las cooperativas de trabajo se basan justamente en el trabajo. Son el mayor grupo dentro del sector y es la fuerza laboral lo que comparten (al menos el 70% de quienes trabajan deben ser socios).
Luego están las cooperativas de servicios (dan servicios y suelen ser también de trabajo); las de enseñanza (pueden ser cooperativas de padres que contratan profesores o ser mixtas de trabajo); las cooperativas agrarias, que comparten la producción para venderla en conjunto (no necesariamente quienes trabajan forman parte de la empresa); de transporte marítimo o terrestre (como cooperativas de taxistas, que comparten asuntos técnicos para economizar y tener más fuerza individual), y las cooperativas de viviendas (formadas mayoritariamente por personas que unen su dinero para construir más barato); las de consumo, formadas por gente que se junta para consumir; y las de crédito, que reúnen dinero de sus socios para el préstamo.
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