Todo sobre el periodismo: épica y miserias
Un recorrido por las películas y series que mejor han retratado la industria periodística, la profesión y las luchas de ahora que ya no somos capitanes
El periodismo es un espejo de la sociedad en la que se desenvuelve, y es lógico que reproduzca sus crisis, su codicia, sus disparates. Desde siempre, el buen cine ha sabido reflejar, convirtiéndolas en inolvidables historias, las miserias de la prensa.
Para empezar por el principio —en cronología y en calidad—, Ciudadano Kane (1941), de Orson Welles. Con 24 años, Welles convirtió en humano al magnate William Randolph Hearst, hacedor de imperios periodísticos y también de guerras —la intervención de Estados Unidos en la de España y Cuba—, ocultador de sórdidos asesinatos de Hollywood, y patrocinador de gacetilleras cotillas y de mediocres rubias aspirantes al estrellato. A pesar de todas sus vilezas, o precisamente porque su acumulación sugiere una desesperación dotada de cierta altura, el Charles Foster Kane de la película se alza a años luz de estos tunantes de medio pelo —y sin embargo, igualmente despiadados— que nos han tocado en suerte en los actuales medios de comunicación.
Hay otra película estupenda, Mientras Nueva York duerme (1956), del maestro europeo trasplantado a Hollywood Fritz Lang, en la que una intriga policial —la persecución de un asesino en serie de mujeres— sirve de excusa para mostrar los entresijos de un grupo que reúne un canal de televisión todavía en blanco y negro, una agencia de noticias y, por último, el departamento de fotografía, con tres jefes que habrán de competir por el nuevo cargo de director ejecutivo conjunto. La película contiene una crítica corrosiva a las intrigas de los ambiciosos, y un gran homenaje a los buenos informadores, aquellos interesados solo en el cumplimiento de su oficio. Dana Andrews como el reportero y Thomas Mitchell como el editor del periódico resumen su calidad humana en las más creíbles escenas de bar para reporteros que ha dado el cine.
Empresa hostil
La sombra del poder
La sombra del poder (2009, Kevin Macdonald) también homenajea al periodismo cabal, pero los tiempos ya son otros, y en este caso el investigador tiene que luchar con la hostilidad de su propia empresa y, sobre todo, con la ceguera que le produce su amistad con el político que le está utilizando. Que una becaria (Rachel Mc-Adams) asignada a la versión digital ayude a Russell Crowe a recuperar la integridad que requiere su oficio es un simpático guiño, un homenaje a los tiempos que ya están aquí, con las mismas lacras, las mismas tentaciones de siempre. Y con las mismas armas con que rechazarlas: honestidad y decencia.
El cine ha seguido de cerca la trayectoria del periodismo. Algunas series de televisión, últimamente, también. De la épica a la crisis, del mito al cuestionamiento de su propia existencia, el trabajo del periodista, su función de testimonio y denuncia, sus taras, han recorrido, en imágenes, un largo y tortuoso trecho. Casi tanto como en la realidad.
Mucha agua sucia se ha acumulado bajo los puentes desde que, en El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962), el muy decente y no menos borrachín periodista Peabody (Edmund O’Brien) fundara, dirigiera y escribiera totalmente —constaba de una sola página— un diario llamado Shinbone Star, cuya destartalada redacción también barría. Peabody recibía palizas y se jugaba la vida en defensa de la democracia, contra la tiranía y la corrupción, pero antes que nada por aquello en que creía: el derecho del lector a conocer una noticia. En ello creían también la mayoría de sus conciudadanos, encabezados por un James Stewart que defendía la ley y por un John Wayne que sabía que había que usar la fuerza para detener a los malos. Eran tiempos fundacionales. Y el cine alimentaba las leyendas.
El hombre que mató a Liberty Valance.
Cuatro décadas después, en la quinta temporada de la serie The Wire, su creador, David Simon, narró la agonía —profundamente relacionada con la decadencia de la ciudad, y de nuestro sistema de valores— del periódico de Baltimore en el que fue redactor antes de que la crisis económica, la reconversión tecnológica y la impericia de los empresarios se lo llevara por delante. En ese Sun ficticio, pero basado en la realidad, los periodistas de culo de hierro reconocemos a no pocos personajes. A veteranos despedidos con su inestimable bagaje de conocimientos, y a novatos que arrasan con todo, inflados de ambición y de ignorancia. Y reconocemos a Gus, el jefe de Local, herido en la dignidad de su oficio, defendiéndolo —y es una batalla perdida— de arribistas e inútiles.
Antes de The Wire, y de otra serie televisiva posterior, The Newsroom —más novelera, pero con excelentes apuntes sobre los problemas de la profesión—, durante las décadas en que el periodismo fue efectivamente el Cuarto Poder, el cine denunció sus excesos. Lo hizo en la magnífica Chantaje en Broadway (Alexander MacKendrick, 1952), que narraba la psicótica prepotencia de un columnista de chismes en la comunidad teatral, y en El gran carnaval (Billy Wilder, 1951), en donde se arremetía contra el amarillismo, la falta de escrúpulos, la utilización de un suceso como excusa para vender más ejemplares. El reportero cínico se convirtió en un personaje más, capaz de coexistir con el publicista de Madison Avenue, la virgen remilgada y cazamaridos, o la vampiresa que flirteaba con un cóctel en la mano: un estereotipo.
El deseo y la realidad
A raíz de Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), que narraba la investigación del caso Watergate a cargo de Bob Woodward y Carl Bernstein, y del éxito de la serie Lou Grant (1977-1982), el periodismo se convirtió en una de las profesiones más deseadas, especialmente por jóvenes que solo aspiraban al lado bueno y que acabarían siendo carne de cañón en los máster organizados por cada periódico. En la década de los ochenta, un nuevo prototipo rozó la categoría de mito: el enviado especial en conflictos bélicos, o el corresponsal de guerra. Casi simultáneamente, Bajo el fuego (Roger Spottiswoode) y El año que vivimos peligrosamente (Peter Weir) cuajaron la receta: país convulso, una causa justa, facciones enfrentadas y, en medio, peligro y romance. La Nicaragua previa al triunfo de los sandinistas y la Indonesia de Sukarno proporcionaron exotismo en color y cierta tranquilidad de conciencia al incipiente buenismo voyeurista de la sociedad del bienestar. Sin embargo, recordemos que Nick Nolte, en la primera, tomaba la nada ética decisión de falsear una fotografía para ayudar a la revolución y que, en la segunda, Mel Gibson se largaba con la chica cuando la cosa se ponía más interesante. Los gritos del silencio (Roland Joffé, 1984) y Salvador (Oliver Stone, 1986) aportaron variantes al género de reporteros en acción: amistad con periodista local en lugar de romance, y la desmadrada gestualidad de James Woods al servicio de una toma de conciencia.
Ninguno de estos filmes de los ochenta, tan apreciables en el terreno del cine de aventuras, supieron acercarse ni por despiste al gran dilema con el que iba a enfrentarse el empresariado periodístico del futuro y, por ende, sus profesionales: espectáculo o muerte, y las cifras, es decir, la codicia, como único objetivo; y la batalla que debemos librar contra esta mentalidad mercantil. Sí lo hizo, en cambio, una película que dirigió Sidney Lumet y que se rodó al mismo tiempo que Todos los hombres del presidente. Se llama Network y expresa con gran exactitud la lucha en la que nos hallamos inmersos, ahora que ya no somos capitanes.
Bajo el fuego.
BREVE SELECCIÓN
Citizen Kane (Ciudadano Kane)
Director: Orson Welles, 1941
Reparto: Orson Welles, Joseph Cotten, Everett Sloane, George Coulouris, Dorothy Comingore, Ray Collins, Agnes Moorehead, Paul Stewart, Ruth Warrick, Erskine Sanford, William Alland, Alan Ladd
While the City Sleeps (Mientras Nueva York duerme)
Director: Fritz Lang, 1956
Reparto: Dana Andrews, Ida Lupino, George Sanders, Rhonda Fleming, Howard Duff,Vincent Price, John Barrymore Jr., Thomas Mitchell, Sally Forrest, James Craig, Mae Marsh, Robert Warwick, Ralph Peters, Sandy White, Larry Blake, Celia Lovsky,Edward Hinton, Pitt Herbert, Vladimir Sokoloff
State of Play (La sombra del poder)
Director: Kevin Macdonald, 2009
Reparto: Russell Crowe, Ben Affleck, Rachel McAdams, Robin Wright Penn, Jason Bateman,Helen Mirren, Jeff Daniels, Michael Berresse, Harry Lennix, Josh Mostel, Michael Weston, Barry Shabaka Henley, Viola Davis, Maria Thayer, Wendy Makkena
The Man Who Shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Balance)
Director: John Ford, 1962
Reparto: James Stewart, John Wayne, Lee Marvin, Vera Miles, Edmond O’Brien, Andy Devine
The Wire (Bajo escucha)
Creador: David Simon, 2008
Reparto: Dominic West, Lance Reddick, Sonja Sohn, Andre Royo, Jim True-Fost, Augustus Haynes, Tom McCarthy y otros
The Newsroom
Creador: Aaron Sorkin, 2012
Reparto: Jeff Daniels, Emily Mortimer, John Gallagher Jr., Alison Pill, Thomas Sadoski
Sweet Smell of Success (Chantaje en Broadway)
Director: Alexander Mackendrick, 1957
Reparto: Burt Lancaster, Tony Curtis, Susan Harrison, Martin Milner, Sam Levene, Barbara Nichols, Emile Meyer
Ace in the Hole (El gran carnaval)
Director: Billy Wilder, 1951
Reparto: Kirk Douglas, Jan Sterling, Robert Arthur, Porter Hall
All the President’s Men (Todos los hombres del presidente)
Director: Alan J. Pakula, 1976
Reparto: Robert Redford, Dustin Hoffman, Jason Robards, Jack Warden, Hal Holbrook, Jane Alexander, Martin Balsam
Lou Grant
Creadores: Allan Burns, James L. Brooks, Gene Reynolds. 1977-1982
Reparto: Edward Asner, Robert Walden, Linda Kelsey, Mason Adams, Jack Bannon, Daryl Anderson, Nancy Marchand, Rebecca Balding
Under fire (Bajo el fuego).
Director: Roger Spottiswoode. 1983
Reparto: Nick Nolte, Gene Hackman, Joanna Cassidy
The Year of Living Dangerously (El año que vivimos peligrosamente).
Director: Peter Weir. 1983
Reparto: Mel Gibson, Sigourney Weaver, Linda Hunt, Michael Murphy, Bill Kerr, Noel Ferrier
The Killing fields (Los gritos del silencio).
Director: Roland Joffé, 1984
Reparto: Sam Waterston, Haing S. Ngor, John Malkovich, Julian Sands, Craig T. Nelson, Spalding Gray, Bill Paterson, Patrick Malahide, Athol Fugard
Salvador.
Director: Oliver Stone. 1986
Reparto: James Woods, James Belushi, Michael Murphy, John Savage, Elpidia Carrillo, Cynthia Gibb
Network (Un mundo implacable)
Director: Sidney Lumet, 1976
Reparto: Peter Finch, William Holden, Faye Dunaway, Robert Duvall