Voces como un reguero de pólvora

Del cambio climático a los desahucios, Avaaz aprovecha el potencial de internet para movilizarse en favor de causas

Avaaz elige campañas con objetivos concretos, tangibles, cuyos resultados puedan medirse. No se trata de acabar con la pobreza de un día para otro o con el cambio climático, pero sí reclamar que se vote o se rechace un proyecto o una ley que vayan en el sentido que la comunidad apunte. Luis Morago, director de Campañas de la organización, explica que los temas de interés se eligen a partir de encuestas, y que suelen abandonarse las que, tras una prueba con un grupo reducido de personas, despierten respuestas por debajo de determinado listón. La capacidad de movilizarse por una causa de esta estructura de 100 personas en 18 países es vertiginosa: un par de horas.

La movilización de la comunidad puede consistir en firmas, llamadas telefónicas, asistencia a actos de protesta, despliegue de banderas gigantescas, participación en campañas de microdonativos para pagar vídeos y anuncios en prensa.

El máximo donativo que puede ofrecerse es de 5.000 euros. Las campañas se financian al 100% por los miembros y no se aceptan donativos de gobiernos, corporaciones ni fundaciones. Existen 40 millones de personas que han participado en alguna campaña de Avaaz y no se ha dado de baja, pero el núcleo más activo, a un ritmo semanal, lo forman dos millones. Coopera con otras ONG y no tiene ánimo de lucro. Admite que la monitorización para evitar que sus miembros cuelen campañas dudosas —xenófobas, por ejemplo— no es perfecta. “Si hay dudas, prima la libertad de expresión, pero no en nombre de Avaaz”.

FICHA

Personal: 100 profesionales en 18 países.

Comunidad: 40 millones de personas de todo el mundo han participado al menos en una acción y no se han dado de baja.