El pueblo en la ciudad
Coopmercat trae los productos locales de las cooperativas de pueblos al centro de la urbe.
Un empleado en la tienda Coopmercat de Sants. FOTO: ANDREA BOSCH
“Los productos de la cooperativa del pueblo, pero en la ciudad”. Esa es la idea principal con la que los miembros de la cooperativa TEB, que da trabajo a personas con discapacidad intelectual, abrieron esta nueva línea de negocio: Coopmercat, que forma parte de la rama TEB Solucions.
“Queríamos acercar los productos de proximidad, que se encuentran básicamente en las cooperativas de los pueblos, a los barrios de Barcelona. La gente en la ciudad no suele tener acceso a este tipo de productos. Va al supermercado y no los encuentra”, explica Pepa Muñoz, de TEB. “Nosotros tenemos un modelo de negocio distinto. Hacemos un esfuerzo por juntar los productos realizados por cooperativas, empresas sociales y productores locales alrededor de Catalunya. Apostamos por ofrecer los productos de cercanía, de nuestra tierra, del territorio que nos rodea, y también por una alimentación de calidad. Son productos con valor agregado”.
La cooperativa da empleo a personas con discapacidad intelectual
Ofrece otros servicios como acompañamiento, conserjería o consigna
El 80% de los productores que ahora venden en Coopmercat (una cooperativa en la que también participan quienes producen), tenía hasta ahora una escasa o nula presencia en el área metropolitana. Entre el personal que atiende al público y da el servicio en las tiendas de Barcelona hay personas con discapacidad intelectual, que forman parte también de la cooperativa TEB, con sus talleres escuela y sus más de 45 años de experiencia.
A inicios de 2014 Coopmercat abrió su primera tienda, en el barrio de Gracia, y al comienzo del verano la segunda, en el barrio de Sants, y la tercera, en Sant Andreu. Allí se pueden encontrar más de 600 productos: aceites, cervezas, frutos secos, arroz, infusiones, embutidos, yogures, y casi todo tipo de productos alimenticios.
MAS QUE UNA TIENDA
No se puede definir a Coopmercat como una tienda normal. De hecho, es mucho más que eso. Promueve también el consumo ecológico, y por eso es punto de recogida de algunas entidades sociales que organizan cestas ecológicas de proximidad.
Da también otros servicios, como el “Puerta a puerta”, en el que ofrece llevar cualquier cesta a casa en un horario amplio de 7:30 a 23:00 horas, algo que no ofrecen los grandes supermercados.
La tienda —atendida por personas cercanas y no solo empleados— puede servir a su vez como si fuera una conserjería y una consigna. En el servicio de conserjería, ofrece la posibilidad de recibir cosas como paquetes (algo muy útil si, por ejemplo, llegan cuando el receptor no está en casa), publicaciones que de otra manera se perderían de la casilla de correos, y cualquier otra recogida.
En el servicio de Consigna se dejan llaves, o cualquier otro elemento, que se puede pasar a buscar también entre 7:30 y 23:00 horas.
Como Coopmercat es mucho más que una tienda, también ofrece un servicio en el que realiza trámites y ayuda a hacer más llevadera la vida cotidiana de la ciudad. Lleva a cabo esos pequeños trámites que a veces son difíciles de compaginar con el horario laboral, como ir a buscar ropa a la tintorería, o llevar un sobre a la gestoría, o ir a recoger un encargo a la farmacia, y también llevarlo a casa casi a cualquier hora del día.
En el caso de las personas mayores, o con movilidad reducida, también ofrece el servicio de acompañamiento, por ejemplo, para llevar la compra, acompañar a caminar o ayudar a cargar cualquier cosa que se precise.
La idea de la cooperativa Coopmercat es ir abriendo lentamente, según las posibilidades, tiendas en cada barrio de Barcelona, para que los productos de la huerta estén al alcance directo de cualquier persona. Para que quienes producen no tengan que asumir las duras reglas del gran comercio de intermediarios. Y para que ir a comprar no sea solo el acto frío de ir al supermercado. Como en un pueblo.