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La economía feminista pide paso

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Junio 2018 / 59

Feria: Medio centenar de empresas y profesionales se dieron cita en mayo para dar visibilidad 
a iniciativas protagonizadas por mujeres.

Medio centenar de entidades expusieron su trabajo en la II Feria de Economía Feminista de Madrid. FOTO: REAS MADRID

El movimiento feminista y la economía solidaria caminan juntas. Así quedó patente este pasado mayo durante la II Feria de Economía Feminista de Madrid, donde medio centenar de empresas y mujeres profesionales mostraron sus actividades en multitud de sectores, desde la agricultura ecológica, la energía y el diseño gráfico a la enseñanza, los cuidados y la salud.

Coorganizada por la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) Madrid y la Red de Economía Feminista (REF) bajo el lema El feminismo la economía altera, la feria tuvo lugar en la Nave de Terneras, ubicada junto al Matadero, Madrid Río y la Casa del Reloj, sede de la Junta Municipal del distrito de Arganzuela. Contentas con la gran afluencia de público, las promotoras del evento dieron por cumplidos sus objetivos: dar visibilidad al trabajo de las mujeres, fortalecer las redes de apoyo mutuo y demostrar que es posible romper de manera autogestionaria el círculo vicioso de precariedad y pobreza que afecta a muchas mujeres. La feria, que transcurrió en un ambiente reivindicativo, festivo y profesional al mismo tiempo, albergó talleres feministas, pasacalles y otras actividades dirigidas a niñas y niños, familias y adultos. Sendos recitales de Juanita Banana y Jhana pusieron fin a la jornada.

La economía feminista y la economía solidaria caminan de la mano

La feria tuvo lugar en pleno auge del movimiento feminista

Objetivo: sacar a las mujeres de la pobreza y la precariedad

Fundada hace cinco años, la REF es una plataforma integrada por autónomas y empresas de la economía solidaria que tienen al feminismo como eje de su actividad, bien por estar integradas por mujeres o por la relevancia que otorgan a trabajar con perspectiva de género. En septiembre pasado, durante la V Feria de Economía Solidaria de Madrid, la REF presentó su decálogo de la economía feminista, que aboga por reconocer el trabajo reproductivo, romper la división sexual del trabajo, fomentar la redistribución de la riqueza, compartir los postulados del ecofeminismo y entender el mercado como espacio de intercambio y relaciones justas.

En conversación con Alternativas económicas, Alicia Rius, coordinadora de la REF, subrayó que la feria tiene lugar en pleno auge del movimiento feminista en toda España y que esa efervescencia “tiene que venir acompañada de un nuevo paradigma económico”. En su opinión, el movimiento feminista y la economía solidaria deben contrarrestar juntos los daños causados por el patriarcado y el neoliberalismo y ayudar “a crear vidas dignas de ser vividas”. La REF, explicó Rius, propugna un modelo de empresa capaz de poner a las personas en el centro, con horarios flexibles y facilidades para trabajar desde casa.

Sandra Salsón, presidenta de REAS Madrid, sostuvo que la economía feminista es un elemento indispensable de la economía solidaria y de cualquier intento de transformar la sociedad. “Queremos empresas rentables y una economía que genere riqueza, pero esta tiene que distribuirse de manera equitativa”, afirmó Salsón, quien hizo hincapié en que en lugar de acumular dinero, lo importante es “vivir de manera digna, de salir de la rueda de acumulación de capital”.

 

APOYO INSTITUCIONAL

REAS cuenta con dos puntos de asesoramiento a nuevas empresas de economía solidaria en Madrid, uno en el barrio de Fuencarral y otro en Arganzuela. En dos años de funcionamiento se ha ayudado a poner en marcha 27 proyectos, entre ellos una escuela de baile, un restaurante de comida ecológica y un taller de diseño gráfico, con importante participación de mujeres.

El Ayuntamiento reafirma su apuesta por la economía solidaria

Las cláusulas sociales ayudan a encontrar trabajo a las mujeres

Sandra Salsón explicó que los llamados ayuntamientos del cambio, nacidos de las elecciones municipales de 2015, han contribuido a hacer más visible la economía solidaria. La aprobación de cláusulas sociales, que obligan a cumplir determinados requisitos a las empresas que aspiren a firmar un contrato con los ayuntamientos (entre ellos la contratación de mujeres) también han tenido un impacto positivo en el sector. “Consolidar las empresas de economía solidaria es un trabajo a largo plazo. Es cierto que hay un despertar, pero se necesita tiempo, como los pucheros”, señaló la presidenta de REAS Madrid.

 

“DIFAMACIÓN MEDIÁTICA”

En el acto de apertura de la feria, Rommy Arce, concejala del Ayuntamiento de Madrid, reiteró la apuesta del Gobierno municipal por la economía solidaria y denunció lo que, a su juicio, es una “campaña de difamación mediática” contra el sector. Se refería a las informaciones aparecidas en varios diarios sobre el supuesto trato de favor en la concesión de contratos municipales a empresas de la economía solidaria vinculadas a Ahora Madrid, la candidatura encabezada por la alcaldesa Manuela Carmena. Arce sostuvo que el Ayuntamiento ha actuado “siempre en el marco de la legalidad” y que seguirá apoyando la economía solidaria por anteponer la equidad, la justicia social y el control democrático a los beneficios materiales. Para Sandra Salsón, de REAS, se ha utilizado la economía solidaria como arma arrojadiza para hacer daño a una fuerza política. “La economía solidaria supone el 0,8% del PIB de Madrid y no es una amenaza para nadie”, afirmó.

 

PROPUESTAS

La Corriente 

Esta cooperativa aspira a comercializar muy pronto energía eléctrica limpia en la Comunidad de Madrid. Recientemente cerró con éxito una campaña de crowdfunding para comprar un CRM (Customer Relationship Management, software de gestión administrativa para operar con socios) y reclutar nuevos socios. La empresa fomenta de manera especial la participación de las mujeres. Soledad Mateo, miembro del consejo rector, afirma que La Corriente ofrece a sus clientes, sobre todo, confianza y una apuesta firme por un nuevo modelo energético. Lo ideal, explica Mateo, sería que nacieran cooperativas como la suya en toda España. “Hay que cambiar las formas y el fondo, no solo el disfraz”, sostiene.

Atlantic Group

Esta academia es una muestra de que es posible enseñar inglés con perspectiva de género. Rosemary Samalot, su directora, explica que Atlantic Group se toma muy en serio la ética a la hora de enseñar. “Tratamos a los alumnos como personas. No vendemos clases por vender clases y ofrecemos lo que cada uno necesita”, afirma. “En las conversaciones con los estudiantes, los profesores tratan de evitar lenguaje machista y buscan maneras alternativas de comunicar”. Nacida en 1994, la cooperativa tiene cuatro socios (tres mujeres y un hombre) y está ubicada en el barrio de Chamberí. Al contrario de otras academias, explica su directora, contrata a todos sus profesores de manera legal. 

Cerveza Bailandera

Integrada por cinco mujeres, esta cooperativa fabrica cerveza artesanal desde 2015 en Bustarviejo, un pueblo de la Sierra de Madrid donde residen muchas personas relacionadas con la economía solidaria. Todas las cooperativistas vivían en la ciudad (allí trabajaban como periodista, psicóloga, diseñadora gráfica, arquitecta y educadora social), y decidieron mudarse al campo para tener mejor calidad de vida. Gracias a la fábrica, lo han conseguido. Ellas lo hacen todo: fabricación, etiquetado, reparto, contabilidad, trabajo comercial, etcétera. Bailandera ofrece seis tipos de cerveza y colabora con otras cerveceras locales para recuperar el cultivo ecológico de lúpulo en la Comunidad de Madrid.