Madrid tendrá súper cooperativo
Pioneros: La Osa nace con la voluntad de promover la economía participativa, el consumo responsable y los productos ecológicos de calidad.
Los socios de La Osa trabajarán tres horas al mes en el supermercado. Foto: La Osa
Madrid contará pronto con su primer supermercado cooperativo, que nace con la voluntad de promover la economía participativa y el consumo de productos ecológicos de calidad. Bautizado con el nombre de La Osa, el establecimiento tendrá 800 metros cuadrados de superficie y estará ubicado en el barrio de La Ventilla, en la zona norte de la ciudad, no lejos de la plaza de Castilla. Está previsto que las obras del local concluyan durante el verano para que La Osa abra sus puertas en octubre. Una reciente campaña de crowdfunding ha conseguido recaudar 36.000 euros para financiar el proyecto.
La cooperativa, que toma su nombre de uno de los símbolos de la capital, cuenta con 800 socios. Cada uno ha hecho una aportación de 100 euros al capital social y tiene derecho a votar en las asambleas en las que se toman las decisiones importantes. Para hacer la compra en La Osa será imprescindible ser socio de la cooperativa. Siguiendo el espíritu participativo del proyecto, todos trabajarán al menos tres horas cada cuatro semanas en el supermercado, haciendo labores de caja, inventario, reposición de existencias, limpieza o administración. Seis socios son también trabajadores de la cooperativa. El plan es comenzar ganando el salario mínimo interprofesional (SMI) y llegar a 1,5 veces esa retribución a medida que el proyecto avance.
Pauline Bonnier, socia trabajadora de la cooperativa, explica que el trabajo de los cooperativistas permitirá vender a unos precios entre el 10% y el 40% más bajos que los supermercados convencionales. Además de mantener unos costes laborales bajos. La Osa planea ahorrar efectuando grandes volúmenes de compra y prescindiendo de campañas de marketing. “Uno de nuestros objetivos es que cada vez más gente se sume al consumo de productos ecológicos de calidad”, afirma Bonnier. “Ofreceremos un 75% de productos bio y el 25% restante serán convencionales”. La idea es que la política de compras refleje la diversidad de los socios de la cooperativa y cumpla una serie de criterios como respeto al medio ambiente, proximidad, precios dignos para los proveedores, trabajo ético, calidad en los sabores y atención a las necesidades de los cooperativistas y de los habitantes del barrio.
De Brooklyn a París
La Osa es socia del Mercado Social de Madrid y tiene su origen en 2D, una tienda del barrio de Malasaña donde se imparten cursos de formación en consumo responsable y se coordinan varios grupos de consumo. Su modelo es el supermercado cooperativo Park Slope, de Brooklyn (EE UU), fundado en la década de1970 y que cuenta con 16.000 socios. El proyecto madrileño también se apoya en el éxito de La Louve, un supermercado cooperativo abierto en 2016 en el distrito XVIII de París que cuenta con 6.000 socios y cuyo ejemplo ha sido seguido en otras ciudades francesas. En total, apunta Bonnier, ya hay en Europa unos 60 supermercados cooperativos funcionando o en fase de proyecto. En abril tendrá lugar en Zaragoza una reunión de las iniciativas actualmente en marcha en España para tejer redes de apoyo mutuo que fortalezcan los proyectos.