Solvencia // La banca ética cobra valor
Las graves secuelas que ha dejado la crisis financiera de 2007 están revalorizando la banca ética de forma incesante. Uno de los principales estímulos de esta nueva banca procede de la insostenibilidad del sistema financiero convencional. La banca tradicional es muy costosa de mantener por las elevadas ayudas públicas que consume y es especialmente perjudicial para millones de clientes debido a la profusión de prácticas abusivas.
Desde 2008 el saneamiento de las entidades financieras españolas ha requerido el empleo de 94.700 millones de euros de ayudas públicas en inyecciones de capital y compra de activos dañados, según la Comisión Europea. Si se incluyen las garantías y medidas de liquidez, los recursos empleados ascienden a 448.400 millones de euros. De este colosal volumen de fondos públicos, 48.515 millones de euros ya se dan por perdidos definitivamente, según Eurostat. Esta cifra, la segunda más elevada de la UE en términos absolutos, aumentará en más de 7.500 millones cuando se reconozcan las pérdidas del banco malo Sareb.
Al mismo tiempo millones de ciudadanos han sido víctimas de innumerables modalidades de abusos bancarios. Desde 2010 los clientes bancarios han presentado más de cuatro millones de reclamaciones a las propias entidades financieras, que solo han resuelto a favor del reclamante en el 31% de los casos, según el Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Este bajo porcentaje de rectificaciones condujo a que cientos de miles de perjudicados acudieran a los tribunales, que desde 2013 han dictado más de 400.000 sentencias, (preferentes, salida a Bolsa de Bankia y cláusulas suelo, principalmente), y que en el 90% han sido favorables a los demandantes.
A la mala conducta de la banca tradicional se suma su baja capitalización
La transformación de las finanzas españolas es más urgente que nunca
A la mala conducta de las entidades financieras tradicionales hay que añadir su bajo comportamiento en términos estrictamente financieros. La banca española es la menos capitalizada de la Unión Europea y su valoración por el mercado es solo la mitad de lo que tiene contabilizado en sus libros.
Esta realidad ha aumentado la sensibilización de los ciudadanos y su interés por los bancos éticos. Son unas entidades en las que el fin “nunca era el beneficio, sino la producción de un valor que, además del económico, implicara un beneficio para la sociedad civil, el medio ambiente y la afirmación de una justicia social mayor”, como ha señalado Marco Piccolo, presidente de la Fundación Finanzas Éticas.
La banca ética registra un desempeño cada vez mejor que el de la banca convencional. Así, en los últimos 10 años (2008–2018), los bancos éticos y sostenibles han rendido una media del 3,57%, el doble que el sistema bancario europeo (1,79%) según el tercer Informe sobre las finanzas éticas y sostenibles en Europa, de la Fundación Finanzas Éticas.
El comportamiento de la banca ética está más estrechamente vinculado a la economía real, a diferencia de la banca convencional, más dedicada a las actividades puramente financieras. En 2018, los bancos éticos dedicaron el 76% de sus recursos a la concesión de créditos, mientras que los bancos tradicionales solo canalizaron a esta actividad el 39%. La banca convencional concentra el grueso de sus actividades en la compra de acciones, servicios financieros, participaciones de empresas, impulsando así una peligrosa financiarización de la economía.
La banca ética, que nunca ha costado un euro a los contribuyentes, tiene una estructura más solvente con un patrimonio neto que representa el 10,58% de su pasivo, muy superior al 8,18% de la banca tradicional. La equidad en las retribuciones es, sin duda, una de sus principales señas de identidad. La relación entre los sueldos más altos y los más bajos oscila entre 1,5: 1 (Freie Gemeinschaftsbank) y 5,6: 1 (Triodos Bank). Por el contrario, en la banca convencional no hay límites entre retribución máxima y mínima, que es del 17:1 en UniCredit y del 148:1 en el Santander.
En el caso de España, el informe ha analizado Fiare Banca Ética, Caixa Colonya y Triodos Bank. Integran también este sector Caixa Ontinyent, Coop 59 y Oikos, principalmente.
La banca ética cobra valor a un ritmo imparable por la creciente toma de conciencia de los ciudadanos.
La UE ha adoptado ya un reglamento sobre la divulgación de información para asegurar unas finanzas sostenibles, cuya aplicación entró en vigor el pasado marzo. La transformación de las costosas e ineficientes finanzas españolas es más urgente que nunca.