Condena por daños morales
Justicia: Bankia ha sido sancionada por el sufrimiento psicológico causado por la venta de participaciones preferentes.
Reunión del patronato de la Fundación Finsalud. FOTO: FINSALUD
Los abusos bancarios han causado graves perjuicios económicos a millones de ciudadanos, pero también padecimientos psicológicos que hasta ahora sólo habían merecido compensación en muy pocos casos. Esta situación está empezando a cambiar poco a poco. Una reciente sentencia judicial acaba de condenar a Bankia a abonar 6.000 euros en concepto de “daños morales” por el sufrimiento psicológico sufrido por una mujer en su intento por recuperar el dinero que Caja Madrid, posteriormente integrada en Bankia, le había colocado en participaciones preferentes.
Existe una larga tradición de reconocimiento de los daños morales por parte del Tribunal Supremo desde una reconocida sentencia de 1912. Estos daños han sido reconocidos especialmente en casos relacionados con el derecho laboral y en el del honor y la intimidad de las personas. También se ha aplicado en el derecho de la salud, por ejemplo en casos de ruidos. Ahora llega el turno a los abusos bancarios.
La sentencia de la magistrada Olga Rodríguez Garrido, del Juzgado de Primera Instancia n.º 6 de Córdoba, recoge la historia de una mujer de sesenta y cinco años de edad con estudios primarios a la que los empleados de la entidad de ahorro colocaron 6.800 euros en participaciones preferentes en 2009 y otros 5.800 euros en octubre de 2011. Se trataba de unos ahorros “destinados a garantizar las necesidades de su vejez”, según se relata en el fallo judicial.
Cuando pocos días después, en otoño de 2011, estalló la crisis de las preferentes, la entidad de ahorro bloqueó estos productos financieros, que habían perdido buena parte de su valor, y empezó la de-sesperación de los afectados, que vieron que no podían recobrar su dinero. La imposibilidad de recuperar la inversión realizada ocasionó a la mujer “un cuadro psiquiátrico de trastorno por ansiedad generalizada”, argumenta la sentencia.
Una juez condenó al banco a pagar 6.000 euros por daño moral
Finsalud investiga los efectos de los fraudes bancarios en la salud
La juez concluyó que la entidad financiera fue la que sugirió a la cliente la suscripción de las preferentes y que además no cumplió las obligaciones de información sobre los riesgos conforme a la ley. La juzgadora estimó que la mujer perjudicada padecía un cuadro psicopatológico de trastorno por ansiedad generalizada y que tanto ella como su cónyuge “estaban en tratamiento médico a la fecha de la presentación de la demanda”.
La magistrada del juzgado cordobés consideró que “la incertidumbre generada por la imposibilidad de recuperar de manera inmediata, quedando a resultas de un procedimiento judicial, los ahorros invertidos en las participaciones preferentes se presenta en sí misma como una situación idónea para provocar en cualquier ciudadano un sufrimiento moral de entidad bastante para ser cualificado como daño moral”.
En consecuencia, la sentencia condenó a Bankia a devolver a la inversora 13.635 euros más los intereses devengados y menos los frutos recibidos, y otros 6.000 euros “en concepto de indemnización de daño moral”. En sus fundamentos de derecho, la resolución judicial se ampara en una sentencia del Tribunal Supremo de 13 de julio de 2015 que condenó a Bankinter por la comercialización de participaciones preferentes de Lehman Brothers. El tribunal estimó que el incumplimiento de contrato que supone la omisión de información es “título jurídico válido para imputar a las entidades financieras responsabilidad por los daños sufridos por los clientes como consecuencia de la pérdida de valor de las participaciones preferentes”.
En relación con este caso hay que señalar que el año pasado se constituyó la Fundación Finsalud, dedicada a la defensa de las personas que han sufrido daños en la salud por pérdidas financieras súbitas, imprevistas e importantes. La fundación ha puesto en marcha un estudio para averiguar los efectos de los fraudes bancarios sobre la salud de las personas.
El patronato de Finsalud está presidido por José María Ribera Casado, catedrático emérito de Geriatría de la Universidad Complutense de Madrid; el doctor en Economía Vicente Ortún, como vicepresidente, y Fernando Zunzunegui, abogado especializado en regulación financiera, como secretario. Forman parte del consejo Patricia Suárez, presidenta de Asuapedefin; el economista Roberto Serrano y François Béland, investigador de la Universidad de Montreal, entre otros.