Elecciones EE. UU. // El voto negro será clave
El 26 de junio, tras recibir de manos de Michelle Obama un galardón a su labor humanitaria otorgado por la Black Entertainment Television (BET), un canal dirigido a la población afroamericana de EE UU, Beyoncé rindió homenaje al movimiento Black Lives Matter e hizo un llamamiento a desmantelar “un sistema racista e injusto” acudiendo en masa a las urnas el 3 de noviembre. “Tenemos que votar”, afirmó la cantante, “porque nos va la vida en ello”.
La muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis y las consiguientes protestas en las calles de todo el país han convertido el racismo en un asunto capital de las elecciones presidenciales. El desprecio mostrado por Donald Trump hacia los manifestantes y sus constantes muestras de simpatía hacia movimientos supremacistas en las redes sociales están contribuyendo a movilizar un electorado capaz de inclinar la balanza en favor del aspirante demócrata en Estados decisivos como Carolina del Norte o Michigan. Al contrario que su oponente, Joe Biden goza de gran popularidad entre el electorado afroamericano, principalmente por haber sido el vicepresidente de Barack Obama durante ocho años. La encuesta más reciente de The New York Times lo sitúa 74 puntos porcentuales por delante del Trump entre los votantes negros en intención de voto.
La comunidad afroamericana ha sido la más castigada por la pandemia
La escasa participación del electorado afroamericano fue clave en el triunfo de Trump sobre Hillary Clinton en 2016. Solo un 59,6% de los votantes negros fue entonces a las urnas, el nivel más bajo en 20 años y sensiblemente inferior al 65,3% de los blancos. El dato es especialmente elocuente si se compara con el 65% de votantes negros que votaron cuando Obama salió elegido por primera vez, en 2008, y con el 66% que lo hicieron cuatro años más tarde, cuando el primer presidente negro de la historia logró un segundo mandato.
Blancos contra el racismo
El asesinato de George Floyd también ha causado un fuerte impacto en el electorado de raza blanca, cuya actitud ante la cuestión racial es hoy muy distinta a la de generaciones anteriores. Si en pasadas movilizaciones antirracistas la presencia de negros era abrumadoramente mayoritaria, en esta ocasión se ha visto a numerosos blancos, hispanos y asiáticos a la cabeza de las protestas. El apoyo al movimiento al movimiento Black Lives Matter es especialmente significativo entre los más jóvenes: casi un 70% de los votantes blancos menores de 45 años cree que el asesinato de George Floyd no fue un incidente aislado, sino parte de un patrón de violencia policial hacia los afroamericanos, según la encuesta de The New York Times.
Casi siglo y medio después de la abolición de la esclavitud y cuando se han cumplido 52 años del asesinato de Martin Luther King, los ciudadanos de origen africano, un 13% de la población de EEUU, siguen estando muy por debajo de la media en la mayoría de los indicadores socioeconómicos, incluyendo esperanza de vida, desempleo y nivel de renta (ver gráficos).
La comunidad afroamericana ha sido, de lejos, la más castigada por la pandemia de covid-19. La proporción de ciudadanos negros contagiados o fallecidos ha sido mucho más alta que la de otros grupos raciales. El propio Anthony Fauci, máximo responsable de la lucha contra la pandemia en EE UU, lo reconoció en una comparecencia ante el Congreso: los negros tienen más posibilidades de contraer el virus en los lugares de trabajo y padecen con más frecuencia aquellas enfermedades que aumentan el peligro de morir si se contagian. Según una encuesta de The Washington Post ,un 31% de los ciudadanos negros conoce a alguien que ha muerto de covid-19, por un 17% de los de origen hispano y un 9% de los blancos.