Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

España quiere su parte del pastel

Comparte
Pertenece a la revista
Octubre 2016 / 40

Trampas: La Agencia Tributaria investiga si empresas como Apple y Google maquillan sus cuentas para eludir impuestos.

Una mujer se fotografía delante de la tienda Apple de Barcelona. FOTO:  ANDREA BOSCH

Con una deuda pública que acaba de superar el 100% del PIB y después de salvarse por los pelos de una multa por incumplir el objetivo de déficit presupuestario, España necesita con urgencia incrementar su recaudación fiscal.  A menos de tres meses de unas más que probables elecciones  generales, el Gobierno ha empezado a mostrarse duro con las multinacionales que no pagan sus impuestos y privan al país de recursos necesarios para sostener el Estado de bienestar. Durante la reunión de ministros de Finanzas de la UE celebrada a principios de septiembre en Bratislava, el español Luis de Guindos, junto a sus colegas italiano y austriaco, fue uno de los más beligerantes contra Apple, Google y otros gigantes tecnológicos que llevan años eludiendo  sus obligaciones tributarias.  

La tarta es suculenta: 13.000 millones de euros que  la Unión Europea exige en concepto de impuestos impagados a Apple, la primera compañía del mundo por capitalización bursátil. ¿Qué bocado le correspondería a España si Bruselas lograse finalmente recuperar el dinero? El Gobierno en funciones intenta calcular cuánto ingresaría Hacienda de no existir los beneficios fiscales que permiten a Apple pagar en Irlanda  el mínimo de impuestos  posible. “Sabemos cuánto hemos recaudado, pero querríamos saber cuánto se recaudaría en ausencia de esos instrumentos”, declaró Guindos en Bratislava. “Estamos haciendo un enorme esfuerzo para reducir nuestro déficit público y es esencial no perder ingresos”.

Hace años que las siete grandes tecnológicas estadounidenses —Amazon, Apple, Ebay, Facebook, Google, Microsoft y Twitter— pagan cifras ridículas en impuestos en España, absolutamente desproporcionadas con los ingresos que obtienen en este país. Estas empresas han tejido complejos entramados societarios para desviar sus ingresos a países europeos con menor tributación, como Irlanda, Holanda o Luxemburgo, con lo que reducen sus bases imponibles allí donde generan el valor. En ocasiones, tras pasar por alguno de esos territorios, algunas consiguen eludir aún más impuestos utilizando paraísos fiscales. Todo es aparentemente legal, pero de dudosa ética.  

Ha sido la escasez de ingresos para financiar gastos sociales y paliar los estragos causados por la crisis en amplias capas de la población lo que parece haber convencido a algunos gobiernos de la necesidad de tomarse el asunto en serio. Tras años de titubeos, las autoridades españolas dan la impresión de haber pasado a la acción. La Agencia Tributaria ha abierto una investigación sobre las liquidaciones del impuesto de sociedades, IVA e IRPF efectuadas por Apple en España entre los años 2009 y 2012. La compañía de la manzana factura desde Irlanda buena parte del dinero que obtiene con la venta de iPhones, iPads y sus demás productos en España, lo que significa que los beneficios que generan esos ingresos tributan en la isla, donde el tipo del impuesto de sociedades que  pagó por sus beneficios  fue del 0,005%. 

 

TRUCOS CONTABLES

La compañía fundada por Steve Jobs opera en España a través de dos filiales: Apple Retail Spain y Apple Marketing Iberia. Mientras que la primera gestiona las 11 tiendas Apple que hay en el país, la segunda se dedica al marketing y al cobro de comisiones por los productos que la marca vende en establecimientos ajenos. El truco está en que de cada 100 euros que vende en España, Apple Marketing Iberia sólo ingresa 1 euro; los 99 restantes viajan a la matriz de la empresa en Irlanda.

Las dos filiales españolas de Apple declararon unos ingresos conjuntos de 332 millones de euros en el ejercicio 2015, un incremento del 40% con respecto al año anterior. Entre las dos tuvieron un beneficio neto de 7,84 millones de euros tras pagar 6,5 millones de en impuestos, un 71% más si se compara con los 3,8 millones de 2014. Pese al significativo incremento de la facturación y de los tributos pagados, son aún cifras muy pequeñas si se comparan con las ventas efectuadas en España. Las autoridades sospechan que se trata de un gesto de la compañía para mejorar su imagen y mostrar cierta disposición a cumplir con sus obligaciones con Hacienda. Parece difícil incrementar tanto la cifra de negocio en un año como 2015, en el que la marca no abrió ninguna tienda nueva en España y tuvo que hacer frente a la creciente competencia de los teléfonos móviles que utilizan el sistema Android.

El iPhone es el cuarto teléfono móvil más vendido en España, donde tiene una cuota de mercado que apenas ronda el 8%. Muy por delante figuran Samsung, con un 25%, Huawei (20,6%) y BQ (12%), según datos recopilados de la consultora Kantar Worldpanel. En la venta de ordenadores personales, la empresa de la manzana es la quinta de la clasificación de ventas, con una cuota de mercado del 7,1%.
Ahí no queda la cosa. Antes de declarar beneficios y pagar impuestos en España, Apple incurrió en pérdidas durante varios ejercicios. Ello le permitió acumular hasta 16 millones  de euros de bases imponibles negativas, como desveló el diario Cinco Días. De ese modo, según la misma fuente, Apple Retail España dispone de un crédito fiscal que al cierre del ejercicio de 2015 era de casi 6,5 millones, cantidad que la compañía podrá descontar de sus impuestos de aquí a 2030.

 

REGISTROS 

Además de Apple, la Agencia Tributaria también ha comenzado a investigar a la filial española de Google. A principios del verano, un equipo de 35 funcionarios de la institución registró la sede madrileña de la compañía, en Torre Picasso, y el Google Campus. La sospecha es la misma que en el caso de Apple:  que la compañía factura desde Irlanda los ingresos obtenidos en territorio español. Google apenas ha pagado en España ocho millones de euros en impuestos en los últimos ocho años. En 2015, su factura fiscal fue de sólo 2,2 millones, dignos de una empresa mediana, no de una gran multinacional.

La compañía de la manzana declaró pérdidas durante años

Se nota que la presión de las autoridades es cada vez mayor, pero aún es pronto para saber lo lejos que llegarán en su pugna con las multinacionales tecnológicas. Es probable que el chollo se les esté acabando y que, por muy símbolos de la nueva economía que sean, tendrán que pagar impuestos como las demás. La ONG  Intermón Oxfam desconfía. Sus responsables critican un sistema tributario que en lugar de ser una herramienta de lucha contra la desigualdad, actúa como uno de los motores que impulsan y mantienen un modelo injusto. Claro ejemplo es el caso de España, donde el 85% de lo recaudado en 2015 por Hacienda provino de las familias, mientras que las grandes empresas —nacionales o extranjeras— sólo aportaron el 4% del total.