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Frenazo al ascensor social

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Diciembre 2013 / 9
Foto artículo: Frenazo al ascensor social

Salida en falso de la crisis. Hoy se ha duplicado respecto de 2008 la proporción de ciudadanos que se percibe de clase baja

El ciudadano medio español actual es una mujer, se llama María y en pocos meses va a cumplir 43 años. Hasta que llegó la actual crisis económica, se consideraba a sí misma, claramente, de clase media. Pero ahora empieza a no tenerlo tan claro y se plantea, incluso, si no estará volviendo a formar parte más bien de la clase media baja/clase baja, como el ciudadano medio español de hace 40 años.

El retrato no es científico, porque no existen ciudadanos medios en sociología, sino una aproximación estadística. Lo que sí es un dato contrastado es el cambio de percepción sobre su estatus social que ha experimentado la mayor parte de la sociedad española. Según los datos reunidos por José Juan Toharia, en 2008 solo se consideraba de clase media baja/clase baja el 20% de los españoles y en 2013 ha pasado a ser el 41%, algo menos que en 1966 (65%), pero más que en 1975 (38%).

El cuadro sobre clases sociales subjetivas es muy revelador del formidable golpetazo que ha supuesto la crisis en la vida de los españoles y del frenazo que sufren sus aspiraciones.

Es posible que María —una ciudadana con empleo, que, según otras encuestas, simpatiza con movimientos sociales como el 15-M, la Plataforma Antidesahucios o las mareas blancas, pero que no secundaría nunca formaciones que no estén dentro del sistema— no tenga razón. Por lo menos, en el sentido de que sigue perteneciendo sociológicamente a la clase media, dado que ha sido prácticamente la sociedad entera, en su conjunto, la que ha bajado un escalón. En cualquier caso, la percepción de María, la protagonista virtual de este retrato, es exacta en el sentido del cambio que ha experimentado su vida cotidiana y de las nuevas dificultades a que tiene que hacer frente.

 

Paro juvenil

María tiene empleo, pero en su familia hay, como mínimo, un parado. Si tiene dos hijos que ronden la veintena y que hayan abandonado o terminado sus estudios, uno de ellos estará en la listas del desempleo. En 2007 estaba en paro el 18,2% de los jóvenes de 16 a 24 años que buscaban trabajo. En 2013, son el 57,2%. Recuperar los niveles de empleo llevará años. En el mejor de los casos, lee en el último informe del servicio de estudios del BBVA, “con un crecimiento medio del 2,5% y un avance de productividad del 0,6%, medias de los últimos años antes de la crisis, España no recuperará sus niveles de empleo hasta 2025 o 2026”. Según la última EPA, más de 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro, así que es casi seguro que María conozca en su entorno alguna familia en esas dramáticas circunstancias.

Para hacer frente a ese nuevo escenario, nuestra protagonista tiene cada día menos recursos. Lo más probable es que forme parte de una empresa que ya no dispone de convenio colectivo, porque el volumen de trabajadores afectados por ese tipo de regulaciones laborales ha pasado en dos años de 5,1 millones de personas a poco más de 3,7 millones. Si tiene convenio y vive, por ejemplo, en Catalunya, su salario habrá experimentado, una subida nominal desde 2011 del 4,5% , pero esa cifra se convierte en una caída de algo más del 2% si se tiene en cuenta que el IPC subió en torno al 7%. Si pertenece a una empresa sin convenio, la caída media de su salario en prácticamente toda España habrá sido muy superior, rondado (IPC incluido) el 12%.

BUSCANDO UNA GANGA La ropa ha reducido su peso como componente del IPC frente a servicios como agua, luz o gas. FOTO: EDU BAYER

Si María es empleada pública de alguna de las administraciones, tendrá el salario congelado desde 2010 y habrá sufrido en 2012 la desaparición de una paga extra. Si depende de la Generalitat de Catalunya, es posible incluso que esa medida se repita en 2013.

En cualquier caso, piensa que podría soportar ese recorte si no tuviera que hacer frente a la subida desproporcionada de servicios esenciales. La presión de esos gastos —electricidad, gas, transporte, impuestos como el IBI— es tan fuerte que la deja sin la menor posibilidad de hacer frente a algún imprevisto. En dos años, el gas ha subido un 22%; la electricidad, un 34%, el agua (según las ciudades) un 8,5%. Si cuenta desde 2007, comprueba que la factura eléctrica ha subido un 60%, mientras que la renta media en los hogares se reducía en un 8,5% (datos del Instituto Nacional de Estadística).

España no recuperará sus niveles de empleo previos a la crisis hasta 2025, según el BBVA

En seis años, los cortes de suministro eléctrico a viviendas por falta de pago se han duplicado

Le consta que las compañías eléctricas han cortado el suministro, por falta de pago, a 1,4 millones de viviendas en 2012, más del doble que en 2006. No todas son hogares familiares, le explican en Cruz Roja, pero sí la inmensa mayoría. Le aseguran, y empieza ya a verlo en su barrio, que el riesgo de exclusión social o tasa de pobreza alcanza ya al 28% de los menores de 16 años (datos del INE). En el colegio donde da clase como becaria la novia de su hijo se han suprimido las becas de comedor y las ayudas para la compra de libros de texto, y la joven le da cuenta de la desesperación que sufren profesores, alumnos y padres.

En 2012, el famoso catastrazo de Rajoy subió el IBI hasta la estratosfera. Madrid y Barcelona moderaron un poco la subida, de manera que rondara entre el 4% y el 6%, pero no todas las ciudades han podido suavizar el golpe. En Mataró, por ejemplo, el IBI subió el 32% de una sola tacada. En el presupuesto para 2014 del Ayuntamiento de Madrid, el IBI subirá el 6,4% y el 2% la viñeta de aparcamiento del coche. Se rebajará el impuesto de recogida de basuras, pero también ha disminuido el número de horas que trabajan los basureros, así que si María fuera madrileña y viviera en un barrio popular, tendría que acostumbrarse a caminar por una ciudad algo más sucia.

 

Lo que se oye y lo que se vive

Como nuestra protagonista virtual tiene 43 años, es muy probable que viva al menos uno de sus progenitores. Si dispone de una pensión contributiva rondará los 900 euros mensuales, y aunque empiece a sentir el efecto erosivo conjunto que produce que no se vayan actualizando con el IPC y la subida de los servicios esenciales, ese progenitor podrá seguramente desenvolverse sin ayuda. No sucederá lo mismo si se trata de una viuda, porque la pensión media en estos casos es de 470 euros y no le permitirá hacer frente a los incrementos de los recibos habituales. Para sobrevivir necesitará claramente ayuda familiar.

María procura informarse, generalmente con la televisión y la radio, y en ocasiones incluso con Internet, y lleva semanas oyendo decir que la economía ha salido de la recesión y que las cosas comienzan a mejorar. Si tuviera oportunidad de mirar los indicadores, comprobaría que es verdad que certifican esa salida formal de la recesión, aunque con datos todavía muy endebles. Pero si lo que examina son las estadísticas sobre los ingresos medios de los hogares, las encuestas oficiales de condiciones de vida, las previsiones de paro para los próximos años, o simplemente se reúne con sus vecinos o da un paseo por su barrio, es muy posible que se convenza también de que ya ha pasado a ser, y seguirá siendo durante algún tiempo, una integrante de la clase media baja.