La amenaza del invierno demográfico

Académicos, políticos y sindicalistas reclaman medidas para garantizar una jubilación digna a largo plazo.

DEMOGRAFÍA Y PENSIONES Un momento del debate celebrado en la Embajada de Francia en Madrid. FOTO:  Fundación Anastasio de Gracia-FITEL

Europa está  en crisis y es cada vez más vieja. Sin tener en cuenta esos dos factores es imposible comprender la magnitud de la amenaza que se cierne sobre el modelo de pensiones tal como lo conocemos hoy. Un día antes de que el Pacto de Toledo reanudase los contactos encaminados a reformar el sistema, la Embajada de Francia en España y la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL reunieron a expertos, políticos y sindicalistas de ambos países para analizar el asunto en un contexto de debilidad económica y rápido envejecimiento de la población. 

Más allá de las discrepancias ideológicas, hubo coincidencia en que pagar las pensiones de quienes se jubilen en las próximas décadas sólo será posible si se crea el empleo suficiente para aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social. Las discrepancias surgieron a la hora de explorar otras vías de financiación del sistema.

Esperanza de vida

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, trató de enviar un mensaje de tranquilidad al subrayar que el sistema de pensiones español seguirá siendo “público, de reparto y equitativo”. España, explicó Burgos, dedica a pagar las pensiones contributivas el 10,4% de su PIB, comparado con el 14% de Francia. En su opinión, ello demuestra que aún hay margen para afrontar los retos demográficos que el país tiene por delante. 

Y es que si la esperanza de vida sigue creciendo al ritmo actual y la bajísima tasa de natalidad no se recupera, la tercera parte de la población española tendrá más de sesenta y cinco años en 2050. “Vivir más tiempo es compatible con mejorar la vida de las personas a todas las edades”, dijo Burgos, quien aseguró que aún hay “mucho recorrido” para hacer posible que la vida laboral continúe más allá de la jubilación, lo que significa que habrá más incentivos para seguir trabajando y cobrar una pensión al mismo tiempo.

El economista y demógrafo Gérard-François Dumont afirmó que la UE atraviesa un “invierno demográfico” y alertó de que la situación es especialmente grave en España, cuya tasa de fecundidad (1,3 niños por mujer) es una de las más bajas del mundo. El experto francés recomendó al Gobierno español adoptar medidas similares a las que han hecho posible que Francia haya superado los dos hijos por mujer. La política familiar, dijo el experto, debe ser transversal, lo que supone combinar medidas fiscales, ayudas de vivienda y apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar. 

El Gobierno trata de enviar un mensaje de tranquilidad

Los bajos salarios  amenazan las pensiones del futuro 

Santos Ruesga, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), apuntó que los grandes problemas para el sistema de pensiones español llegarán en torno al año 2025, cuando comiencen a jubilarse los nacidos durante el baby boom de las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado. Ruesga cree, sin embargo, que la gran amenaza no es la demografía, sino la escasa competitividad de la economía española, que augura un período de estancamiento salarial y, por lo tanto, de retrocesos en las bases de cotización.  Ruesga dijo que será inevitable tomar medidas antes de 2018 para sostener el sistema una vez se vacíe el fondo de reserva de las pensiones, entre las que mencionó una subida de las cotizaciones, un incremento de los salarios o un recargo en el IRPF similar al de otros países.

Especialmente crítica fue María del Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, quien defendió que la única opción para hacer viable el sistema es que las pensiones contributivas se complementen con impuestos, una medida a la que el Gobierno se opone. También se mostró a favor de derogar dos aspectos de las reformas llevadas a cabo durante la pasada legislatura, que calificó de “anticonstitucionales”: el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad de las pensiones.