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05 Uni.co // La unión hace la energía más eficiente

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Mayo 2017 / 5

En el río revuelto de la crisis, las cooperativas del sector energético, tecnológico y de las ‘telecos’ buscaron la suma de fuerzas. Seis años después de su creación, su composición se depura y su oferta se centra en la eficiencia energética y el ahorro de costes.

Nos encontramos en un centro productivo ubicado en un pasaje de naves industriales de la localidad de Cornellà de Llobregat (Barcelona). Es el complejo de Laboratorio Electrotécnico, al que conmúnmente llaman Lescop y donde trabaja un total de 44 personas. Su cometido gira en torno a la fabricación de transformadores: desde su bobinado hasta su encapsulamiento, pues cada unidad se aísla introducida en cuarzo y resina. La nave dispone de una zona de pruebas o ensayos. Toda la producción que sale de Cornellà se vende a través de una red comercial de representantes independientes con los que Lescop mantiene acuerdos, que trabajan a comisión. El tipo de clientes que pueden estar interesados son las empresas del ramo eléctrico —operadores del sector, como Iberdrola o Endesa, gestoras de infraestructuras como Red Eléctrica Española (REE), o también constructoras de subestaciones o componentes de éstas, como Ormazabal i Schneider, entre otras—.  Al otro lado de la nave, en una de las oficinas donde se recibe a las visitas, hay una muestra del producto terminado: el transformador, la bobina, el núcleo, un aislante con silicona... 

Laboratorio Electrotécnico, cuya historia se remonta a una empresa familiar de hace un siglo, se reinventó como cooperativa en 1980. Es un caso de manual de empresa recuperada. Ante una crisis y la intención de escindir la actividad, una plantilla de trabajadores anclados en el Baix Llobregat, la mayoría de ellos con escasas posibilidades de reciclaje, intentaron ponerse al mando y reflotarla. 


ORIGEN DE EMPRESA RECUPERADA

Montse Gómez , presidenta de la cooperativa, a la que se incorporó hace ya tres décadas, recuerda cómo el nacimiento del proyecto comportó tener que superar una dura crisis. Ahora, el proyecto empresarial acaba de transitar por el segundo gran socavón. “Esta crisis ha sido muy dura para todos. Pero estamos aquí, hemos sobrevivido con la misma idea de siempre: hacer productos nuevos, modernizar equipos con inversiones de 600.000 euros en el último años, buscar nuevos mercados y adoptar nuevas perspectivas”, explica Gómez. 

Dentro de ese proceso de búsqueda de nuevas perspectivas, Lescop topó con el germen de lo que se convertiría en el primer grupo tecnológico cooperativo de Catalunya, Unió de Cooperatives (Uni.co), resultado de un cluster que impulsaba la Federación de Cooperativas de Trabajo de Catalunya relacionadas con la energía, las nuevas tecnologías y la informática.  A partir del cruce de hasta 24 entidades abiertas a compartir sinergias,  al cabo de medio año una decena se desgajaron y decidieron constituirse de forma voluntaria como una cooperativa de segundo grado; es decir, una cooperativa de cooperativas. Uni.co vio la luz en plena crisis, el 25 de mayo de 2011. 


EL INTERÉS DE UNO Y EL DE TODOS

Hoy, en número podemos seguir hablando de una decena de cooperativas —tres de ellas, sin embargo, han pasado a estar inactivas—, pero no todas ellas coinciden con las que arrancaron el proyecto de los inicios. “En el momento de la constitución, no hubo una elección consciente de socios. Participaron en Uni.co quienes voluntariamente quisieron hacerlo. Con el tiempo, sí. Al final, quienes se quedaron son los que entienden que los intereses de su empresa coinciden con los del conjunto, los que están dispuestos a permanecer y a invertir en el proyecto de todos”, explica Blai García, coordinador de Uni.co y responsable de encontrar proyectos y clientes que den sentido a la alianza.

En el grupo cooperativo, que se constituyó en 2011, trabajan 160 ingenieros y técnicos cualificados 

La nueva línea de negocio de servicios energéticos nace del saber combinado de las distintas cooperativas

Una alianza, ¿para qué? La unión se traduce, por ejemplo, en la posibilidad de abordar proyectos de mayor envergadura, con la de lidiar con clientes más grandes. “Pero no sólo eso”, subraya García. “La suma de la experiencia de todos los participantes significa poder crear nuevas líneas de negocio que son el resultado de la suma de los conocimientos de distintos socios y del grupo, como nos ha ocurrido con el lanzamiento de la nueva línea de servicios energéticos”, añade. Las perspectivas de éxito son igualmente más favorables en el caso de llamar a la puerta de un posible financiador. 

Uni.co ya,  con un volumen de negocio agregado de ocho millones de euros y 160 empleados, no tiene como tarjeta de presentación sus cooperativas en sí, sino que actúa como marca-paraguas de las actividades en las que operan sus asociadas: vende, pues, servicios de telecomunicaciones “fáciles, seguras y de calidad”; propone ahorros de eficiencia energética, debido a su influencia medioambiental —pero también económica—, y se ocupa de descubrir dónde se  producen pérdidas para minimizarlas; comercializa igualmente  servicios de consultoría, programación, integración de sistemas, portales corporativos e impresión gestionada, entre otros relacionados con las tecnologías de la información; por último,  impulsa las energías renovables, convencida de que  será inevitable la descentralización de la generación de la energía. 

La manera más efectiva que Uni.co ha encontrado para llegar a sus potenciales clientes consiste en explicar qué ha conseguido antes trabajando para otros clientes previos. Por ejemplo, en el ámbito de la eficiencia energética, enfatiza el ahorro medio del 14% de consumo energético logrado en más de 500 plantas industriales que se ha encargado de auditar, mediante soluciones que fueran viables desde un punto de vista técnico y a la vez sostenibles desde una óptica financiera. 

La idea del ahorro de la eficiencia energética y la reducción de costes son una buena baza en los tiempos que corren, más aún en el universo empresarial. Uni.co se ufana en este sentido de haber ahorrado el 10% de costes en una organización con seis centros de trabajo mediante el incremento de la productividad en el conjunto, a través de  la implantación de una solución denominada “impresión gestionada”. En cuanto a las telecomunicaciones, ha podido recortar en 28.000 euros  el gasto de una empresa manufacturera de 640 trabajadores.  También ha diseñado el primer edificio autosuficiente de Barcelona gracias a medidas de eficiencia energética mediante una isla alimentada por placas fotovoltaicas y empleando equipos fabricados por el propio grupo. 

A cooperar también se aprende, a pesar de que se supone que es un verbo que debería saberse conjugar desde el minuto cero en el caso de las sociedades de naturaleza cooperativa. “Al principio  no funcionábamos como ahora. Hay que imaginar tres cooperativas de instaladores; era normal que tal vez surgiera alguna reticencia, que temieran quitarse trabajo unos a otros. Hubo que establecer un reglamento de régimen interno”, rememora el coordinador de Uni.co. 


COOPERAR Y COMPARTIR

La experiencia es un grado. “El caldo de cultivo de las cooperativas que estamos hoy en este barco es el de cooperar. Creo que se entendió bien que era una puerta que debíamos abrir y explorar. Pienso que está más presente la idea de cooperar que la de competir”, aporta, por su parte, Gómez, que además de presidir Laboratorio Electrotécnico es vicepresidenta del grupo Uni.co.

Uni.co ha ayudado a reducir en un 14% el consumo energético en 500 plantas industriales auditadas

Dos socias de Uni.co lanzan EPI, un grupo de compra agrupada de energía contra la pobreza energética

La cooperativa de segundo grado se centra en la eficiencia energética tras el parón de las renovables

Los cargos en la cooperativa de segundo grado van rotando entre los responsables de las integrantes del grupo. En esta etapa, la presidencia de Uni.co, que cambia cada cinco años,  le corresponde a Cresol, una empresa de ingenieros  especializados en energías limpias y eficiencia energética con experiencia en el mundo de la investigación, la cooperación internacional, el sector privado y el público. Por lo que respecta al puesto de secretario, lo cubre Cinergia, compañía que diseña, fabrica y aplica soluciones de electrónica de potencia y cuya apuesta inversora en investigación y desarrollo ha sido la electromovilidad, las redes inteligentes y los recursos energéticos distribuidos. Completa la lista del grupo la auditora KWH Saving, Arkenova, Handytec y Cavima Consulting.

Pero las cosas se mueven de modo constante. Los contactos con otras cooperativas, posibles candidatas, para constatar si sus valores se corresponden con los de la organización, hace tiempo que duran; entre ellas, la tecnológica Jamgo. 


UN HOSPITAL, UNA IDEA

Otro movimiento, en este caso ya culminado, es el lanzamiento de la organización sin ánimo de lucro, “sin ex ministros en nómina”, para fomentar la igualdad energética y asegurar “los mejores precios y condiciones” por parte de dos socias de Uni.co. El resultado, un intento de combatir la pobreza energética, es  EPI, siglas que significan Energia para la Igualdad. 

Los seis miembros del equipo de EPI se muestran determinados a poner su grano de arena para que el mundo sea un poco más solidario. Pero los hospitales se han cruzado de forma conmovedora en la vida de algunos de ellos. Roberto Burgos ideó el proyecto después de que sus hijos nacieran y, en el centro hospitalario, coincidieran con una pareja que se lamentaba desconsoladamente de que no podría pagar el recibo de la luz después de quedarse en paro, y se daría de baja. Escuchó cómo comentaba, literalmente, que “no podrían ni siquiera calentar el biberón a su hijo”, según relata el propio Roberto en el perfil de su web. 

Blai García se sumó al proyecto EPI cuando una mañana ayudó a un vecino que le pidió que le empujara la silla de ruedas eléctrica hasta un hospital cercano porque al vehículo se le había agotado la batería y en el centro, donde ya le conocían, se la recargaban. En su casa no tenía ni calefacción ni electricidad. 


PRECIO DE GRAN CONSUMIDOR

EPI funciona como una cooperativa sin ánimo de lucro que agrupa a consumidores para realizar compras en grupo. Por volumen, obtiene  mejores precios. De manera que, bajo el lema la unión hace la fuerza, quien se sume al grupo puede obtener el mismo y beneficioso precio por kilovatio/hora que compañías que consumen mucho más que él. Se propone así como un proveedor alternativo a las grandes eléctricas, pero  no una comercializadora, ni trabaja con ninguna fija, sino según las ofertas que convengan al consumidor en cada momento.  EPI se financia a través de las comisiones que las comercializadoras pagan a sus agentes cuando cierran contratos de suministro eléctrico. El dinero se destina a las entidades sociales especializadas en combatir la pobreza energética.  

Una pata de actividad que ha quedado tocada en Uni.co es la expansión de las energías renovables, que, pese a que son el futuro por el que ha apostado el mundo a través de la Conferencia del Cambio Climático de París, han sufrido un varapalo importante en España. El primero, con la retirada  retroactiva de las elevadas primas a las energías limpias, que ha parado la inversión en el sector y ha sembrado la inseguridad jurídica. El segundo, la penalización del autoconsumo  mediante la imposición del llamado “impuesto al sol”, que es un peaje de respaldo que se impone a las personas que, a pesar de producir su propia energía, sigan enganchadas a la red eléctrica, incluso si no la utilizan, en concepto de costes y servicios del sistema. El único modo de eludir el impuesto es un abastecimiento al 100% renovable, y recurrir a baterías que almacenen energía para cuando la energía limpia producida no alcance la que se precisa.

El grupo cooperativo se muestra también muy crítico con la normativa que obliga a realizar auditorías energéticas en España —en función de si se es una pequeña o mediana empresa, de no más de 250 trabajadores, se consuma mucho o poco— y con el incumplimiento de la directiva comunitaria que obliga, a partir del año 2020, a todos los edificios nuevos a ser de consumo cero. Faltan tres años para 2020. A saber qué haremos con los viejos.

 

MÁS INFO

AÑO DE CREACIÓN: 2011
DIRECCIÓN: Travessera de Gràcia, 58, planta 3, D3B 08006 Barcelona
TELÉFONO: 93 433 51 64
WEB:  unico.coop
CORREO: info@unico.coop
SECTOR: Energía, telecomunicaciones y tecnologías de la información
NÚMERO DE TRABAJADORES: 160
FACTURACIÓN AGREGADA: 8 millones de euros