Te quedan 2 artículos gratuitos este mes.

Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Leyes mediocres para el trabajo doméstico

Comparte
Pertenece a la revista
Noviembre 2019 / 74

Empleadas del hogar: Todavía en 2019 las empleadas del servicio doméstico no cuentan con las garantías laborales que tiene cualquier otra área de trabajo.

El trabajo del hogar puede ser por 60 horas a la semana de forma legal. FOTO: GETTY IMAGES

Ordenan las casas, limpian, cocinan, cuidan de personas mayores o pequeñas. Es el trabajo de cerca de 570.000 personas, según la última EPA, y especialmente mujeres y extranjeras. España es el segundo en niveles de trabajo doméstico, después de Italia, “porque resuelve lo que no cubren los servicios públicos”, analiza Ana María Corral, responsable de Migraciones de UGT.
Aunque en 2012 se consiguió que estos empleos tuvieran algunos derechos básicos, todavía en 2019 no se equiparan a los de cualquier otro tipo de trabajo.

Sindicatos y entidades como la ATH-ELE (Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia), miembro de la Red de Asociaciones de Trabajadoras del Hogar, reclaman que se cumpla la ley de 2012 y se reconozcan los plenos derechos laborales.

 

COTIZACIONES

Desde ATH-ELE explican que la Seguridad Social no ha controlado las cotizaciones desde 2012, cuando cambió el sistema y pasó de cuota única a fijarse por tramos de salarios. “Año tras año, ha cobrado las cotizaciones sobre los mismos sueldos que se declararon en 2012, sin actualizarlos”, dice Isabel Otxoa, de la ATH-ELE. “Este año, en jornadas de 40 horas, muchísimas trabajadoras están cotizando por 877 euros al mes, cuando deberían hacerlo por 1050. Esto es responsabilidad exclusiva de la Tesorería de la Seguridad Social”. 

Las empleadas del hogar están tan olvidadas que no hay apenas estadísticas o datos oficiales. 
Pero esto es solo una de las muchas injusticias. En 2018 las empleadas del hogar marcharon por toda España para reclamar la abolición de la Enmienda 6777 a la Ley de 2012. Con ella, el PP posponía la equiparación del sistema de cotización de las empleadas del hogar al Régimen General hasta enero de 2024. Aunque luego el PSOE lo adelantó a 2021, la entrada en vigor debía haber comenzado el pasado 1 de enero. 

Hay más. Todavía falta un sistema de protección por desempleo adecuado y suficiente. UGT pide también que “se revise el concepto de horas de presencia, para que las mismas no se conviertan en una prolongación irregular de la jornada de trabajo. 

“La ley es ambigua, por ejemplo en el trabajo interno porque no establece claramente cuál es la jornada de una persona que duerme”, agrega Otxoa. ”Se llama compromiso de pernocta, en vez de ‘trabajo de acompañamiento nocturno’, lo que hace que no se le dé un valor económico al hecho de dormir allí. “No se miden las horas en vela”, agrega. “En el momento en que te vas a dormir, dejas de ser alguien que está trabajando. Lo cual no es cierto, porque justamente se contrata para que la persona atienda a las necesidades nocturnas, como en el caso de alguien mayor”. Las horas de trabajo máximas son 40 semanales en cualquier empleo, pero en este caso se permiten 60, porque 20 son de presencia. “Al final son 60 horas activa o pendiente de lo que pidan. Estas dentro de la casa y te piden cosas”, concluye Otxoa.

Una de las reclamaciones más importantes para las organziaciones es que hoy día no existe la prestación de desempleo, como sí sucede en cualquier otro trabajo. También solicitan la inclusión de este sector en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales; y la desaparición del desistimiento, pues en la práctica es un despido sin causa que facilita el despido a mujeres embarazadas, durante la baja por maternidad o por causa de la misma. 
UGT solicita “una progresiva profesionalización del sector, a imagen y semejanza de lo que ocurre con los convenios colectivos, grupos profesionales con diferentes tareas y funciones”. Esperan también que España ratifique el Convenio 189 de la OIT, que establece unos derechos mínimos para la actividad y que por ahora se ha negado a firmar. 

La ATH-ELE, por su parte, enfatiza que las reivindicaciones pendientes no están sujetas a la ratificación del Convenio 189, sino a la voluntad política del Gobierno.