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Ataque a la democracia y al bienestar // Un contramanual frente a la propaganda

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Noviembre 2015 / 30

Un trabajo que pretende desmontar mitos y ayudar a entender cómo se crean. 

El profesor Vicenç Navarro, catedrático de la Universidad Johns Hopkins (EE UU) y de la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona, lleva años de trabajo a ambos lados del Atlántico como uno de los más perspicaces y constantes críticos del “pensamiento único” neoliberal, como una gota malaya muy a la anglosajona —cargado de datos— y combinando tanto la investigación académica como la divulgación en los medios con la inequívoca pretensión de educar a la gente corriente y darles herramientas para la acción.

Ataque a la democracia y al bienestar
Vicenç Navarro
Anagrama, 2015
234 páginas. Precio: 16,90 €

Este libro es el fruto de todos estos ensayos, repensados, reescritos y agrupados de forma coherente para que sirvan como un contramanual de la versión dominante sobre la crisis y su supuesta superación que propaga la ortodoxia y compran la gran mayoría de los medios tradicionales, como que el origen de la crisis está en los Estados “derrochadores “—pese a la ingente evidencia científica de que los problemas de deuda soberana son consecuencia de los rescates públicos de desmanes privados—, que España tiene un gran problema de productividad en relación con Alemania, que la austeridad y la devaluación salarial son imprescindibles para salir de la crisis, y así un largo etcétera.

El profesor Navarro no se limita a ofrecer datos y reflexiones puramente económicas, sino que el núcleo es precisamente tratar de explicar por qué es importante el marco analítico del que se parte y por qué, en consecuencia, hay que conectar la economía y la política para que los fenómenos económicos se puedan comprender realmente. Por ejemplo, no es posible tener un debate serio sobre la productividad, sostiene, sin vincularlo al conflicto entre capital y trabajo y a su evolución histórica.

Ante un planteamiento de este tipo, los ortodoxos suelen responder con la acusación de exceso de ideologismo en un debate supuestamente técnico, lo que les permite rehuír siempre bajar a la arena y debatir sobre las cifras y lo que implican. Pero también la  posición de los que denuncian exceso de ideología se inserta en un marco conceptual que tiene un trasfondo político. La diferencia es que los planteamientos neoliberales están tan extendidos en el marco dominante que se dan por supuestos y cualquier intento de debatirlos se considera ya en sí mismo “ideología”.

Este es un punto crucial y, por tanto, es lógico que el libro trate de poner de manifiesto los circuitos –políticos, económicos, académicos y mediáticos— que encumbran a las supuestas autoridades económicas. No sólo en abstracto. El autor señala con nombres y apellidos a algunos de los actores “independientes” que a su juicio lo son muy poco, entre los que destaca a Fedea. Está claro que no busca hacer amigos.