Canto a la globalización
En el último año se han aplicado casi 1.700 medidas que ponen trabas al comercio, según la plataforma Global Trade Alert. Datos como este le provocarían urticaria a Johan Norberg, que en su nuevo libro, Abierto, identifica intercambio con progreso y prosperidad.
Miembro del think tank ultraliberal Cato Institute, el autor defiende una economía sin barreras. Tampoco es partidario de barreras a la inmigración, que, a menudo, recuerda, ha ayudado a levantar la economía de los países de acogida.
Apoyándose en los avances de la cultura fenicia, el mundo islámico, la China de la dinastía Song y la Revolución Industrial, Norberg entona un canto a la globalización (y contra los anti), en tono entusiasta y acrítico con aspectos como las desigualdades que acarrea. El pensador sueco aporta también datos para la reflexión. Subraya, por ejemplo, que Occidente nunca había producido tantos bienes manufacturados. ¿Por qué culpar al comercio de la desindustrialización?
Para Norberg, no hay que mantenerse alerta ante extranjeros ni enemigos exteriores, sino ante quienes “quieren sofocar nuestras libertades desde dentro”. Suena familiar.