China: la edad de la ambición // En China se puede empezar de cero
Economía emergente: Una brillante investigación de ocho años sobre la gran transformación de la sociedad china.
Más que sobre China, este es un libro sobre los hombres y mujeres de ese país. Es un libro sobre personas. Se trata de una colección de relatos sobre el gran esfuerzo que han realizado los ciudadanos que han transformado radicalmente este inmenso y poblado país. Su autor, el periodista del Chicago Tribune y del New Yorker Evan Osnos, ha pasado ocho años (2005-2013) como corresponsal de la primera publicación realizando centenares de entrevistas personales que en la inmensa mayoría de los casos cita por sus nombres verdaderos.
China: la edad de la ambición Evan Osnos El hombre del tres, 2016 544 páginas Precio: 26 € |
El autor destaca el incremento de bienestar alcanzado por la población, que aunque la mayoría no ha logrado una gran riqueza sí ha conseguido dar los primeros pasos para salir de la pobreza. Los datos son elocuentes. En 1978, los ingresos medios eran de 200 dólares; en 2014 de 6.000. Se mire como se mire, “el pueblo chino ha conseguido vivir más años, con mejor salud y con más cultura”. Pero al periodista Osnos lo que le ha cautivado y transmite con gran inteligencia y brillantez es que “los cambios más profundos eran de índole personal y de percepción de la realidad”. Durante esta época de sucesivas transformaciones, “la mayor fiebre de todas fue la aspiración, o, dicho de otro modo, la fe en que empezar de cero era posible”.
Cuando se hundió la Unión Soviética, los dirigentes chinos analizaron lo ocurrido y se juraron a sí mismos que no acabarían así. Para sobrevivir, el Partido Comunista Chino “renunció a su evangelio”, señala el autor, “pero se agarró a sus santos; abandonó las teorías de Marx, pero conservó el retrato de Mao en la Puerta de la Paz Celestial”.
La china que ha vivido Osnos está marcada por las contradicciones. Es el mayor comprador de Louis Vuitton y el segundo (sólo detrás de Estados Unidos) de automóviles Rolls Royce y Lamborghini, pero el país está gobernado por un partido marxista-leninista que quisiera prohibir la palabra lujo en las vallas publicitarias”. Las diferencias abismales entre las zonas ricas y las pobres son las mismas que hay entre Nueva York y Ghana.
El libro está organizado en tres grandes partes: la riqueza, la verdad y la fe. En la primera parte, los protagonistas son los hombres y mujeres que salieron de la pobreza y en ella se explica los riesgos que asumieron y las ideas que los animaron. En el bloque de la verdad se describe la rebelión contra la propaganda y la censura oficiales. En la tercera parte, todo el relato converge en la búsqueda de una nueva base ética a medida que el escalafón más bajo de la clase media china comenzaba la búsqueda de algo en lo que creer”.
El autor advierte de que en la mayoría de análisis se estudia el fenómeno chino como una lucha entre el capitalismo de Estado y la economía de libre mercado. No obstante, para el autor hay una cuestión mucho más inmediata: “La lucha por definir una idea de China”.