El origen incómodo del capitalismo español
Este es un libro imprescindible y definitivo que hace añicos el tópico de que los españoles tuvieron un papel marginal en el infame negocio del tráfico de esclavos. Al contrario: este libro del catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Jaume I y responsable de la Cátedra Unesco de Esclavitudes y Afrodescendencia, José Antonio Piqueras, muestra, con rigor y gran minuciosidad no solo el papel importantísimo de españoles en todas las cadenas de este negocio —armadores, logistas, inversores, comerciales, lobbistas, reclutadores, negociadores, etc.—, sino también su enorme y silenciada importancia en la formación del capitalismo español y de las élites sociales, económicas y políticas contemporáneas.
La acumulación primitiva de capital, con su violencia intrínseca asociada, y el despegue del capitalismo español y de las grandes fortunas asociadas están perfectamente explicadas en este trabajo riguroso y académico, que se propone reunir todos los datos existentes y exponerlos para que hablen solos, sin necesidad de adornarlos con adjetivos o griterío. Como escribe el autor, “puede ser un buen antídoto ante actitudes de supremacía, discriminación, racismo y abusos”.
Sin sesgos
Conocer el pasado, más allá de la historia oficial habitualmente escrita por los vencedores y de la propaganda del poder, debería ser el punto de partida imprescindible para los debates del presente y del futuro. Aquí tenemos oro puro para que este capítulo, incómodo y desde luego aún pendiente de abordar, pueda afrontarse sin los sesgos políticos e ideológicos actuales, que a menudo reducen a gestos aislados y meramente simbólicos, cuando no directamente oportunistas, las acciones que se han emprendido al respecto.
La retirada de la estatua en Barcelona del marqués de Comillas, destacado negrero de la época, es un buen ejemplo de ello: refuerza la impresión de que fue un caso infame pero aislado y que su simbólica retirada ya resuelve el problema de la memoria. Es todo lo contrario: este libro demuestra hasta qué punto no se trata de casos aislados, sino de un fenómeno absolutamente estructural y determinante del paisaje de poder y clases de la España de hoy: de los extraordinarios capitales amasados secuestrando personas en África —a menudo tras pactar con caciques locales sin escrúpulos—, cruzando el Atlántico cual ganado en una travesía en la que ya muchos morían, y vendiéndoles luego en América —particularmente en Cuba— para que trabajaran de sol a sol en condiciones bestiales y a merced de sus propietarios, salieron en parte las elites económicas y políticas que aún determinan el paisaje contemporáneo, desde el BBVA a Acciona, pasando por La Caixa y tantos otros titanes del capitalismo español. Ojo: todas las Españas, no solo las élites de la oligarquía castellana, sino con papel también destacadísimo de vascos y catalanes, muy bien surtidos de indianos que regresaron triunfantes con sacas de dinero que exhibir, invertir y mover.
No: el marqués de Comillas no fue el único negrero.