El triunfo de la injusticia // Impuestos: la madre del cordero
El triunfo de la injusticia Emmanuel Saez y Gabriel Zucman Taurus, 2021 280 páginas 21,90 € |
Buena parte del futuro del estado del bienestar (y, por tanto, del nuestro propio) nos lo jugamos en el debate sobre los impuestos, que son los que deben garantizar los ingresos necesarios para financiarlo. Sin embargo, el debate está muy mal enfocado, en la medida en que se desarrolla siempre en un terreno de juego previamente definido por la hegemonía neoliberal, cuyas premisas convierten en quimérico e indeseable cualquier planteamiento que apueste simultáneamente por un aumento de la recaudación y por la progresividad de hacer pagar a los más ricos, los grandes beneficiados de las cuatro décadas de hegemonía neoliberal.
Este libro, escrito por dos catedráticos de Economía de la Universidad de California (Berkeley), muy vinculados a Thomas Piketty, es de extraordinaria importancia para intentar revertir esta situación. Por su rigor, por la valentía de sus planteamientos, por la originalidad de sus propuestas, muy prácticas, y por el torrente de datos apabullantes que aporta y que muestran con crudeza la situación en que nos encontramos: recursos menguantes para el Estado, enorme presión fiscal para las clases populares y manga ancha para los más pudientes, lo que genera cada vez mayor desigualdad.
De entre los muchísimos gráficos y datos que ofrece el libro destaca el que analiza la evolución de la renta en EE UU entre 1980 y 2018: para el 90% de la población, los ingresos, ajustados a la inflación, se han prácticamente estancado en estos 40 años, mientras que para el 0,1% de las rentas más altas han crecido el 320% y en la cúspide (los 2.300 estadounidenses más ricos), el crecimiento ha llegado… ¡al 600%!
SIMULADOR: Los autores han creado también una web en la que comprobar los efectos de las propuestas fiscales: taxjusticenow.org
Esto se explica sobre todo por que los ricos han dejado de pagar impuestos. El libro disecciona con mucha precisión las causas de ello y hace trizas todos los tópicos esgrimidos para mantener el statu quo, empezando por los mantras de que aumentar los impuestos reduce la recaudación o de que ahogan el espíritu emprendedor, cuando fue precisamente el EE UU de Franklin D. Roosevelt, profundizado luego por los republicanos en la posguerra, el que puso en marcha uno de los modelos más exigentes con los ricos y que mayores ingresos generó.
Con todo, el dogma clave que se desvanece es que no se puede hacer nada para que los ricos paguen puesto que siempre encontrarán la manera de sortear los impuestos. El libro demuestra con mucha rotundidad que no hay ningún impedimento técnico y que, por supuesto, la auténtica clave es la voluntad política, como puso de manifiesto Roosevelt.
Sin embargo, para ello se necesita haberse despojado antes de los dogmas y los tópicos que alimentan los más interesados en reducir su factura fiscal, como los que sostienen que “ahora no es el momento” porque estamos en crisis. Es justamente lo contrario, como comprendió en EE UU el republicano Eisenhower, quien pese a la profundidad de la crisis tras la II Guerra Mundial (¡o precisamente por ello!) elevó hasta el 91% (!) el tipo máximo que pagaban los ricos.