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La batalla de Bretton Woods // El origen del gran poder del dólar

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Julio 2016 / 38

Orden monetario internacional: Una útil historia que relaciona la inestabilidad monetaria actual con los acuerdos de Bretton Woods de 1944.

El economista estadounidense Benn Steil ha encontrado una ingeniosa manera para explicar la creación del nuevo orden monetario mundial que nació en julio de 1944 en el complejo hotelero de Bretton  Woods (New Hampshire, Estados Unidos). Esta sugestiva manera de hacer tan atractivo el relato ha consistido en presentar esta historia como un prolongado pulso entre dos grandes personajes: John Maynard Keynes, el  economista británico más influyente del siglo pasado, y Harry Dexter White, un tenaz alto funcionario del Tesoro de Estados Unidos, criado en el barrio obrero de Boston y fascinado por la Unión Soviética. 

La batalla de Bretton Woods
Benn Steil
Deusto, 2016
539  páginas  Precio: 24,95 €

Las posiciones de ambos personajes eran muy diferentes. Keynes representaba a un Estado agotado por la guerra, con una deuda del 240% del PIB. White, por el contrario, contaba con el respaldo de un país en pleno ascenso político y económico, que tenía con una moneda, el dólar, en una posición dominante.

Ambos se propusieron crear “las bases económicas que posibilitasen una paz global duradera tras la guerra”. Querían un sistema que concediese a los gobiernos un mayor poder sobre los mercados, y pretendían que en el futuro el comercio estuviera “al servicio de la cooperación política a través de la eliminación de escasez de oro y dólares estadounidenses”.

Keynes y White impulsaron la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que garantizaría que los tipos de cambio no fuesen manipulados para obtener ventajas competitivas. Y sobre todo  que “los dictadores en potencia nunca más podrían servirse de la agresión económica para arruinar a sus vecinos y avivar las llamas de la guerra”. 

El resultado del nuevo sistema fue un período de varias décadas de estabilidad, con un privilegio exorbitante del dólar, hasta su colapso en agosto de 1971. A raíz de la crisis, el entonces presidente, Richard Nixon, tuvo que acabar con el sistema de Bretton Woods que mantenía a todas las monedas vinculadas al dólar, que estaba ligado a un precio fijo del oro. 

El autor advierte, no obstante,  de que “el hecho de que Estados Unidos apoye un tipo de cambio fijo o uno flotante en un momento dado depende de cuál de las dos opciones proporcione  más competitividad al dólar”. 

Steil pone el dedo en la llaga al recordar que en el mundo actual los emisores de divisas de reserva “no pueden perseguir simultáneamente diferentes objetivos nacionales e internacionales”, en palabras del gobernador del Banco de China Zhou Xiaochuan. Por ello, China solicitó al FMI la creación de una divisa de reserva supersoberana basada en el banco de Keynes. El autor enlaza los debates monetarios actuales con los que mantuvieron Keynes y  White en Bretton Woods. Una batalla que, con nuevos protagonistas, está cada día más presente y que este libro ayuda a comprender recordando los acuerdos de 1944.