La larga depresión // La visión marxista de la crisis
Economía: Una interpretación alternativa a los análisis dominantes que es también necesaria.
La larga depresión Michael Roberts, El Viejo Topo, 2017 409 páginas. Precio: 30 € |
Hemos conocido numerosos análisis sobre la crisis económica que cogió por sorpresa a académicos y políticos en 2008, ya fueran liberales o keynesianos. Todos ellos han explicado las causas de la crisis y ofrecido recetas distintas para que no se repita. Son análisis que no cuestionan al sistema capitalista. Pero lo cierto es que la economía convencional no ha demostrado ninguna mejora en la capacidad predictiva en los últimos cincuenta años, como ha reconocido el gran maestro Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
La visión de la crisis que ofrece el economista marxista Michael Roberts en La larga depresión, cómo ocurrió, por qué ocurrió y qué ocurrirá a continuación, es radicalmente distinta a las conocidas, pero es muy necesaria para comprender mejor la crisis. El autor se plantea si el capitalismo ha llegado en nuestros días a su fecha de caducidad.
La principal tesis del libro es que las principales economías del mundo que integran el G-7 y las economías emergentes más importantes están sumidas en una larga depresión. Roberts diferencia entre las caídas económicas regulares o recesiones y las depresiones. Lo que caracteriza a una depresión es que la economía tiene un crecimiento muy por debajo de su índice de producción previo, la inversión y el empleo son también muy inferiores al período anterior, y sobre todo porque existe una “sincronización de las fases descendientes de los ciclos del capitalismo”. Es decir, todo va a la baja: producción, precios, inversión y en especial la rentabilidad de las empresas. Según el autor, hasta el momento ha habido tres depresiones. La primera, entre 1873-1897; la segunda entre 1929 y 1939 y la actual larga depresión, que empezó en 2008 y podría alargarse unos años más.
En su opinión, “el rasgo más notable de la depresión actual es el papel del crédito o la deuda. Nunca antes, en la historia del capitalismo, la magnitud y la expansión del crédito habían sido tan grandes. El colapso de esta montaña fue el desencadenante de la Gran Recesión (2008-2009) y la resaca consiguiente es un factor importante de la duración y la profundidad de la depresión actual”.
Roberts sostiene que la situación actual confirma el punto de vista de Marx, que defendía que “la ley más importante de la economía política era la tendencia decreciente de la tasa media de beneficios del capital”. El libro aporta estudios, como el de Esteban Maito, que confirman que la tasa mundial de beneficio ha ido decreciendo desde los años cincuenta.
Es especialmente interesante su interpretación de la crisis del euro, que a su juicio no es una crisis de la deuda soberana, sino una crisis del capitalismo debido a la caída de los beneficios. En este sentido considera que el objetivo real de la austeridad aplicada por la UE era lograr un descenso pronunciado de los salarios y de los impuestos empresariales para elevar la tasa de beneficio. Otra versión de la crisis que encaja en muchos aspectos con la realidad.