La nación imperial (1750 -1918) // Las dobles constituciones
HISTORIA: Una historia fundamental de las ideas que impulsaron las constituciones de cuatro imperios.
La nación imperial (1750 -1918) Josep M Fradera, Editorial Edhasa Páginas: 1.376 Precio 75 euros |
Los lectores interesados en la historia de los derechos fundamentales, la abolición de la esclavitud o el desarrollo de las constituciones disponen de un material extraordinario en La nación imperial. El libro del profesor Josep Maria Fradera trata precisamente de derechos, representación y ciudadanía en los imperios de Gran Bretaña, Francia, España y Estados Unidos (1750–1918), como indica su subtítulo.
Fradera ha dedicado más de veinte años de rigurosa investigación a este enciclopédico trabajo mientras alternaba la docencia en la Universidad Pompeu Fabra y las de Princenton, Chicago, Harvard y París. El resultado son dos volúmenes de 1.376 páginas. Un trabajo superdocumentado con casi 5.000 notas a pie de página.
La investigación se centra en el desarrollo político de estos cuatro imperios, pero adoptando una doble perspectiva: las ideas y los acontecimientos que se desarrollaban en las metrópolis de las naciones y los procesos políticos que se registraban al mismo tiempo en sus colonias.
Aunque fundamentalmente se trata de una historia de ideas, Fradera ilustra su exposición con profusión de episodios apasionantes que hacen mucho más comprensibles sus relatos.
Como señala el autor, el argumento central del libro se articula en torno a cómo la idea de “ la especialidad o de las ‘dobles constituciones’, esto es, la existencia de un marco legislativo distinto para metrópolis y colonias, puede identificarse como la columna vertebral del desarrollo político de los imperios liberales”.
Cuando terminó el período revolucionario que alentó la Declaración de Independencia norteamericana y la Declaración francesa de Derechos del Hombre y del Ciudadano y fracasaron las formulaciones de igualdad y ciudadanía universal aparecieron las reglas de la especialidad para la reconstrucción conservadora de los imperios. Unas reglas que servirán para delimitar un universo dual en el que los habitantes de las metrópolis y los de las colonias van a ser meticulosamente distinguidos en cuanto a derechos y capacidades. Como señala Fradera, “así se forjaron las condiciones para una tendencia a la desigualdad ante la ley”.
Como buena historia de las ideas, el libro presta especial atención a desmitificar muchas concepciones sobre el desarrollo del pensamiento político. “La idea común”, señala el autor, “de que los derechos y la capacidad de representación se desarrollaron primero en los espacios metropolitanos –el corazón nacional de los imperios– para ser exportada más tarde a los espacios coloniales dominados por los Estados puede ser rechazada en beneficio de otra que contemple centro y periferia de forma simultánea, como dos vasos comunicantes en continua interacción”.
En las conclusiones Fradera no se olvida de las realidades materiales al recordar que “los imperios del siglo XIX se desarrollaron en parte para resolver de modo adecuado tendencias a la formación del mercado internacional”.