Las sombras del poder económico alemán
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Febrero 2023 / 110
Este minucioso libro del periodista holandés David de Jong, especializado en economía y finanzas y con larga trayectoria en importantes medios anglosajones, analiza el origen de algunas de las grandes fortunas alemanas contemporáneas y se interroga por su conexión con el nazismo. Las conclusiones causan cierta zozobra: por mucho que el mito fundacional de la Alemania contemporánea —juicios de Núremberg mediante— insistan en la tabula rasa entre el Tercer Reich y la democracia posbélica, la realidad es mucho más compleja: pese a algunos chivos expiatorios, el gran poder económico no llegó a cambiar nunca de manos.
El libro entrelaza las historias de algunas de las sagas empresariales más emblemáticas del país durante tres o cuatro generaciones —Daimler-Benz, Allianz, Porsche, Volkswagen, Dr. Oetker, BMW…— con el contexto político, social y económico de cada momento, desde finales de la década de 1920 hasta nuestros días, cuando algunas de estas corporaciones se han visto obligadas a revisar el pasado e, incluso, a aceptar algunas indemnizaciones para descendientes de las víctimas.
Las grandes familias retratadas —los Quandt, los Flick, los Von Finck, los Porsche, etc.— cumplen todas un mismo patrón, que arranca ya con un terrible pecado original: estos industriales fueron claves en financiar la consolidación de Hitler en el poder, cuando las finanzas del Partido Nazi estaban en la quiebra y, tras la famosa reunión puesta en marcha por Hermann Göring, aportaron a la causa nacionalista y anticomunista enormes cantidades de dinero fresco para poder afrontar las elecciones federales de marzo de 1933, que fueron ya las últimas de la República de Weimar.
Dinastías. El libro incluye árboles genealógicos de hasta tres generaciones de las principales sagas analizadas
El patrón de todos estos acaudalados industriales fue también compartido en cada una de las siguientes fases: lluvia de contratos del Estado para reforzar a la clase industrial afín al nuevo régimen, reorientación paulatina de la industria alemana para ponerla al servicio del militarismo nazi y, en última instancia, de la guerra, saqueo de las corporaciones en manos de empresarios menos adictos y, en particular, de los judíos, simbiosis total con el régimen durante la II Guerra Mundial, incluidos los campos de concentración para disponer de mano de obra esclava y también los de exterminio, y acumulación de extraordinarios beneficios durante este y largo y criminal proceso. Luego, tras la derrota militar, entrada en una situación como de paréntesis, a la espera de juicio, que en general acabaron siendo muy benévolos tras la fundación de la República Federal de Alemania (RFA), que volvió a entregarles las respectivas poltronas en la sala de máquinas del poder económico para que lo pusieran al servicio de la reconstrucción del nuevo país y de la contención del comunismo.
La acumulación primitiva de capital suele esconder muchos secretos inconfesables, en Alemania y en tantos países. Qué interesante sería un trabajo como este para España.