Repensar el Estado
La economista Mariana Mazzucato propone un cambio radical para afrontar los desafíos económicos y sociales que es incapaz de resolver el sistema capitalista actual. En su libro más reciente, la catedrática de Economía de la Innovación del University College de Londres plantea repensar el rol de los Estados para recuperar su función social y el sentido del interés público.
Mazzucato sugiere sustituir la noción del papel de los gobiernos. En lugar de “solucionar, regular, redistribuir, corregir los mercados que funcionan mal”, propone que se orienten por misiones. El enfoque de las misiones implica que la economía política utilice la idea de propósito público para guiar las políticas y la actividad empresarial. En su opinión, “el propósito público debe ser un elemento fundamental en la manera de generar riqueza colectivamente”.
La estrategia basada en misiones “significa diseñar políticas que catalicen la inversión, la innovación y la colaboración entre una gran variedad de agentes económicos, involucrando tanto a las empresas como a los ciudadanos”. En definitiva, conformar antes el mercado y no corregir después. Es decir, se trata de plantear previamente “qué clase de mercados queremos en vez de qué problemas del mercado es necesario corregir”. Un enfoque basado en las misiones conlleva una nueva perspectiva: “lograr que la economía trabaje en favor de los objetivos de la sociedad, en lugar de que la sociedad trabaje para la economía, requiere invertir la forma en que se piensan los presupuestos”.
El cambio del capitalismo que plantea la profesora italoestadounidense apunta a unas nuevas relaciones entre el Gobierno, las empresas y la sociedad civil. La autora otorga especial relevancia al papel de la inversión pública y lamenta que el debate actual se centre en la deuda y el déficit. En este nuevo enfoque son relevantes sus propuestas para combatir la desigualdad a través de la predistribución, no solo mediante la redistribución. Para ello propugna “poner un énfasis mayor en los buenos empleos y las estructuras de propiedad colectivas —incluidos algunos recursos clave como los datos— en lugar de en lo habitual ex post mediante impuestos”.
Se trata de un nuevo concepto de lo público, que implica que el Gobierno no es el único actor. Mazzucato se inspira en el pensamiento clásico griego para retomar la noción de interés público. Recuerda que la filosofía política helena tenía un fuerte sentido del servicio público y del deber ciudadano de participar en los asuntos públicos. Eran unas ideas que conducían a pensar que “si solo te ocupabas del sector privado eras un idiota”.
Lograr que el capitalismo funcione de otra manera requiere, en su opinión, “reimaginar el pleno potencial de un sector público motivado por el propósito público, definiendo democráticamente objetivos claros que la sociedad debe cumplir mediante la inversión y la innovación conjuntas”. Desde esta perspectiva, propugna una participación más activa de las asociaciones de consumidores para compensar el poder de las grandes compañías y equilibrar el sistema.