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Todo el mundo miente // ¡Socorro, mundo! ¡Quiero bajarme!

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Pertenece a la revista
Noviembre 2019 / 74

Cuando llegó a la redacción este libro dije sin pensarlo: lo quiero. El título prometía: Todo el mundo miente. Y no decepciona. Incluso puede que mienta el autor, pero es lo de menos.

Todo el mundo miente
Seth Stephens Davidowitz
Capitán Swing
Páginas: 296
Precio: 18.05 euros

El libro está contado con tanta gracia que no deja indiferente. A veces dan ganas de llorar. A veces produce unas carcajadas de esas que hacen que la gente te mire en el metro. Por momentos deprime, da rabia, ruboriza... En definitiva, vale la pena.

Stephens Davidowitz es un científico de datos, un obsesivo de los datos, casi compulsivo. Economista, filósofo, muy joven, a sus 37 años ya es exempleado de Google y columnista de The New York Times. Su libro es un best seller y su trabajo ha sido elegido mejor libro del año por The Economist. Se centra en el uso de fuentes de big data (principalmente Google) para descubrir comportamientos y actitudes ocultas.

Y vaya si las encuentra. Los datos, si son ciertos, son reveladores. Y terroríficos.  El autor comienza sonrojando a la humanidad con información íntima sobre la sexualidad humana. Freud tenía razón: muchísima gente se pregunta en Google cosas como “¿es normal tener fantasías sexuales con mi madre?”. Si el autor descubriera solo eso no sería gran cosa. Lo vienen diciendo desde hace décadas los psicoanalistas. Pero descubre mucho más, como cuánto exactamente perdió en votos Obama por ser negro. O cuánto odio genera un discurso político que tiene la intención de evitar el odio. Que la palabra más usadasen Internet por los hombres americanos es “fuck” y por las mujeres “shopping”... (¡Socorro, mundo! ¡Quiero bajarme!). Da muchísimos datos más, sobre tendencias de marketing, sobre negocios, etc. Hay alguno que…bueno, permítanme el beneficio de la duda: “los hombres hacen más o menos el mismo número de búsquedas sobre cómo practicarse sexo oral a sí mismos que sobre cómo hacer para que una mujer tenga un orgasmo”... (Repito. Si es cierto: ¡Socorro, mundo...!).

TODO EL MUNDO MIENTE, Y MUCHO: Stephens Davidowitz es un científico de datos. Y a través de Google y del big data descubre la parte más oscura de la humanidad.  Da risa, sonroja, duele, pero hay que saberlo.

El autor concluye que todo el mundo miente, y puede que incluso él porque he buscado algunos datos en Trends para España y no me salen los mismos que él dice. Pero es probable que diga muchas verdades, como que posiblemente no todos lean su libro hasta el final. Según sus estadísticas, poca gente llega al final de los libros. Y el autor teme que pocos lleguen al final del suyo. Acabo de decir la conclusión pero, en realidad, la riqueza del libro radica en que no hay que llegar hasta el final necesariamente. Y, por tanto, se llega. Es decir, se disfruta del camino.

Lo que me llama la atención es la contradicción humana. Durante toda la lectura, una se pregunta qué quedará de la intimidad propia, pensando que incluso mientras escribo estas líneas en Google Docs, a miles de kilómetros de distancia un total desconocido calcula lo que tardo en escribir, y lo que borro, y saca como si nada mi coeficiente intelectual. Alguien puede dedicarse a leer miles de correos íntimos y, sin embargo, pocos lean esta misma revista, aunque digan que la leen. Pocos, tal vez, hasta aquí, esta misma reseña, y eso que tiene menos de 2.700 caracteres.