Una brújula para orientarse en la marejada
El catedrático Sami Naïr ayuda a desbrozar la complejidad surgida tras las revoluciones árabes, con un enfoque multidisciplinar.
¿Por qué se rebelan?
Sami Naïr
Clave Intelectual, 2013
243 páginas. Precio: 15,00€
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El politólogo francés Sami Naïr, uno de los mejores conocedores del mundo árabe y de la compleja relación entre las dos orillas del Mediterráneo, revisitó justo antes del verano las revueltas árabes de las que fue testigo directo y que ya había analizado en La lección tunecina (Galaxia Gutemberg, 2011). El vértigo de los cambios y sus zigzagueos así lo aconsejaban y el resultado es el sugerente ¿Por qué se rebelan? Revoluciones y contrarrevoluciones en el mundo árabe, que al analizar la situación de Egipto apuntaba: “El Ejército, columna vertebral de la nación desde hace 70 años, no solo no ha sido destruido, sino que no piensa renunciar de ninguna manera a su poder. De hecho, si la transición conflictiva dura demasiado tiempo, las sorpresas puede que vengan de esta parte”.
La agudeza de Naïr, que hace que sus libros vayan sobreviviendo más allá de la coyuntura, radica sobre todo en su enfoque interdisciplinar. Es un sabio a la antigua, con gran capacidad para inter-relacionar las herramientas de las distintas ciencias sociales —sociología, filosofía, economía, ciencia política, etc.—, de modo que el enfoque totalizador suele aportar una riqueza de matices que sin duda ayudan a entender mucho mejor las situaciones complejas.
No es, por tanto, un libro de economía, pero la economía está obviamente presente en este enfoque global para subrayar el drama de que los proyectos modernizadores en las sociedades árabes, secuestrados durante décadas por dictaduras, han ido asociados a “dinámicas de privatización de la economía, el liberalismo salvaje y la formación de una sociedad de corrupción generalizada”. Ello ayuda a entender parte de la dialéctica entre modernización e islamismo, siempre que se ponga en relación con categorías analíticas procedentes de otras ramas de las ciencias sociales, como el “vínculo social”. Esta es la grandeza de Naïr: al final, la complejidad acaba teniendo un sentido e incluso lo que de entrada parece irracional, acaba teniendo un porqué.