13 — MEDICINA PRIVATA // Día 26
Llevo días preguntándome por el papel que está teniendo la red hospitalaria privada en la epidemia. Las informaciones en los medios solo hablan de sobrecarga en la red pública. Con lo que les gusta a las empresas privadas lucir sus compromisos sociales es sospechoso que no se estén dejando ver. He intentado indagar qué ocurre y he recibido alguna información de que algún hospital público ha empezado a derivar enfermos a centros privados. Pero parece que esto solo ha ocurrido recientemente y por medio ha tenido que haber un fuerte debate político para forzar a la privada a integrarse en la red pública.
Otras informaciones van en otra dirección. Un amigo explicaba su experiencia de acudir a un centro hospitalario del grupo Quirón (el mayor grupo privado español, propiedad de la multinacional alemana Fresenius) para una consulta y encontrarlo casi vacío. Hoy mismo Eldiario.es publicaba la escandalosa noticia que el grupo HM (otro de los grandes privados) había recomendado a parte de su personal que cogiera vacaciones o pidiera excedencia porque en las próximas semanas no tendrían mucho trabajo.
El negocio de la sanidad privada se basa en que la sanidad pública cargue con los mayores costes del sistema de salud (se encargue de atender al grueso de la población más vulnerable en términos sanitarios) y en ofrecer a su clientela un trato especial en términos de colas, de privacidad, de calidad “hotelera” de las instalaciones, etc. No centrarse en la gran epidemia es para estas empresas una forma de preservar su oferta de distinción.
No es casualidad que sea la presidenta de Madrid y el de Cataluña los que más están piando por el presunto descontrol de lo público. Aparte de que con ello están tratando de construir su propio perfil político, seguramente tratan de que olvidemos que han sido sus partidos los que más han trabajado para erosionar el sistema público y promover el privado.
ADDENDA
Esta nota fue una de las que generó mayor debate en Facebook. Seguí indagando. Un amigo que ha dedicado toda su vida a la defensa de la sanidad pública me aclaró que gran parte de la sanidad privada era totalmente inadecuada para hacer frente a la pandemia, pues sus instalaciones están especializadas en intervenciones de bajo nivel: cirugía estética, cirugía menor, etc. Aunque admitía que también había indicios que se ponía de perfil y solo colaboraba con lo público cuando se la forzaba. Posteriormente, también se ha hecho público que, al menos en la Comunidad de Madrid, las personas enfermas en residencias de ancianos con seguros privados eran admitidos en los hospitales privados, mientras se negaba la asistencia al resto. También se ha hecho público que en estos centros se ofrecían pruebas PCR a quien tuviera dinero para pagar una tarifa abusiva. Más allá de estas críticas, hay bastante opacidad. Reformar el sistemas sanitario obliga también a considerar cómo actúa este sector.