18 — CHILE // Día 31
Hoy me escribe un amigo desde Chile. Allí la epidemia es de momento suave, pero si arrecia será mucho peor. El 90% de la sanidad está privatizada, lo que significa que para la mayoría de la población acceder a una sanidad decente es una entelequia. En Chile empezó el neoliberalismo. En 1973 el golpe de Pinochet contra Allende abrió el primer experimento mundial de privatización de lo público. Lo pilotaron economistas estadounidenses seguidores de Milton Friedman. Los Chicago Boys, por la Universidad que ha producido la mayor camada de economistas reaccionarios. El experimento acabó mal y hubo que rectificar, pero dejó un país sin servicios públicos y con desigualdades insoportables. Este último año el país se llenó de manifestaciones, muchas duramente reprimidas. Ahora el encierro es un arma política que sirve para sofocar las protestas y despolitizar el país. Las élites saben aprovecharlo todo.
La situación en Chile no es, con todo, la peor. En la mayoría de países africanos y en Centroamérica la sanidad aún está peor.
Con los recortes de hace 10 años empezamos a movernos hacia el modelo latinoamericano: más desigualdades y servicios públicos más débiles. Necesitamos dos vacunas, una que nos libre del coronavirus y otra que nos libre de los virus neoliberales que erosionan nuestros servicios básicos. Y hay que entender que mientras persistan las condiciones deplorables que imperan en muchos países, una parte de nuestras élites seguirá pensando que pueden repetir con nosotros un experimento como el que padeció Chile.
