8 — 'TRILEROS' // Día 21

Esta semana casi todos los comentaristas celebran la vuelta a Keynes y el fin del neoliberalismo en las respuestas económicas a la crisis. Los que tenemos memoria nos suena algo parecido a lo que oímos allá por 2008, cuando “había que refundar el capitalismo”. Esta semana los comentarios venían a raíz de medidas orientadas a proteger a la gente de a pie y salvar el tejido empresarial. 

No obstante, las medidas de mantenimiento de rentas son insuficientes y solo llegan a una parte de los más necesitados. Y conviene fijarse en el apoyo a las empresas y la medida estrella: 100.000 millones del Gobierno para que los bancos concedan créditos a las empresas. El Gobierno calculaba que ello iba a movilizar unos 150.000 millones de fondos privados. Hoy El País publica una noticia inquietante. Primero, los bancos exigen que los avales cubran el 80% del crédito, o sea, que 100.000 millones solo se convertirían en el mejor de los casos en 120.000. Segundo, no está claro que se vaya a exigir a las empresas compromisos tan elementales como mantener el empleo. Y tercero: está en disputa que el Gobierno imponga cuotas de crédito por sectores o los bancos tengan total libertad de dar el crédito a quien quieran y vuelvan a colar créditos inviables. O sea, lo que se plantea es la segunda entrega de la saga Salvar a los bancos para salvar la economía. Lo razonable es exigir que los créditos tengan condiciones y que si los bancos no sirven, se establezcan medidas de gestión directa. Es indignante lo difícil que es garantizar rentas a la gente normal y la facilidad con la que se da pasta a los cleptómanos profesionales.