60 — LA HORA DE LOS IRRESPONSABLES // Día 12
Hoy los medios informan de jóvenes irresponsables celebrando masivamente la entrada en fase 1. Estoy convencido de que las televisiones que pasan estas imágenes ayer se olvidaron de ofrecer las de católicos conservadores congregados en la celebración de los Desamparados en Valencia. Estos jóvenes tienen poca cabeza y su comportamiento es penoso, pero van a ser utilizados para olvidarnos de lo esencial.
Es un viejo recurso conservador utilizar comportamientos inadecuados de algunos para justificar políticas que agreden a la colectividad, para buscar chivos expiatorios con los que desviar nuestro miedo, nuestra ira y ofrecer falsas soluciones. Hacernos olvidar que los mismos que se van a rasgar las vestiduras con estos comportamientos han estado acosando al Gobierno para que nos dejara salir ya porque la economía se hunde. Bueno, pues lo que hacen estos irresponsables es justo reanimar la economía.
Todos tenemos en algún momento comportamientos reprochables. Seguramente forma parte de nuestra debilidad humana (por esto los clásicos inventaron los héroes, los santos para ofrecernos una métrica con la que medir nuestra imperfección). No hay que aplaudir nunca un comportamiento imbécil, pero hay que saber entender los mecanismos y el contexto que lo han propiciado. Y, sobre todo, no nos puede hacer perder el tiempo para ir a la raíz de los problemas.
Sabemos que en el origen está un sistema alimentario y productivo que facilita la transmisión de virus. A la hora de hacer frente al problema, hemos descubierto qué ha significado el saqueo de la sanidad pública y la inadecuada política de atención a la vejez. Mucha gente lo está pasando fatal porque además del miedo al contagio vive en situación muy precaria. La pobreza extrema va a hacer estragos. Las leyes de extranjería dejan a muchos fuera de cualquier circuito de atención.
Lo peor, con ser malo, no es que unos cuantos irresponsables puedan generar un rebrote de la epidemia, sino que van a ser utilizados como cebos para que pidamos mano dura allí donde deberíamos pedir buenos servicios públicos, garantía de rentas, regularización de inmigrantes, vivienda pública y avance hacia un modelo de vida sostenible. En lugar de abroncarnos deberíamos pensar en cómo cooperaramos para salir de esta.
Al fin y al cabo, estos irresponsables no hacen sino copiar el comportamiento de líderes de la talla de Trump, Johnson y Aznar. Ellos solo son seguidores de sus influencers.