62 — EN BUSCA DE RESPONSABLES // Día 14
Siempre que ocurre algo desagradable buscamos a un responsable, al que adjudicamos el origen de nuestros males. Y, si es posible esperamos que sea castigado. Esta es para mucha gente la función del sistema judicial: penalizar a los culpables de alguna maldad. Pero las cosas son siempre más complicadas.
Ahora que estamos dolidos y enfadados con tantas muertes prematuras y tanto confinamiento, a todos nos gustaría localizar al responsable del desaguisado y ponerlo en la picota. A falta de una prueba concluyente mucha gente la ha tomado con los políticos… siempre del bando contrario.
Yo también busco responsables, pero después de evaluar me salen una larga lista de actores. De la aparición de la covid-19 nadie tiene la culpa. Toda la historia humana está llena de problemas provocados por virus, bacterias, parásitos y alimañas. Forma parte de nuestra animalidad. Lo que ocurre es que después de tantos años de cambios tecnológicos nos hemos pensado que el resto de la naturaleza está a nuestros pies, cuando hemos llegado a un punto de tensión que lo que podemos esperar es que este sea apenas el primer gran susto.
Los más políticos culpan al capitalismo. Algo de razón llevan si por capitalismo entendemos el predominio de la rentabilidad privada en la gestión de nuestra vida material y una organización económica diseñada para crecer insistentemente. El problema es que el capitalismo no es una persona, es un complejo sistema de relaciones, empresas, leyes, comportamientos. Y que una parte de la población, esto que se ha llamado clases medias, participa de alguna de las manifestaciones depredadoras. O sea que no se puede acabar con el capitalismo sin cambiar al mismo tiempo nuestra forma de vida habitual. Como análisis crítico puede servirnos, como personalización para pedirle explicaciones, no. Nos hacen falta personas de carne y hueso. Yo tengo unas cuantas. No tanto responsables de la pandemia como de la transmisión de sus impactos: lo dejo para mañana.