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72 — EXPANSIÓN EN CÍRCULOS // Día 24

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Diciembre 2020 / 8

La covid-19 es como tirar una piedra a un río. El primer impacto rompe la superficie del agua y después se genera una onda que toma la forma de círculos en expansión. 

El impacto inicial ya lo conocemos: crisis sanitaria, muertes que no tocaban, problemas de salud, confinamiento...

Las primeras olas se expanden en múltiples direcciones, fácilmente reconocibles: crisis económica, paro, aumento de la pobreza (que ya era muy alta), problemas escolares, más enfermedades mentales, etc. Pero hay un tercer nivel, menos obvio, que no conviene perder de vista: el impacto de esta experiencia en la organización de nuestra vida cotidiana, en nuestra percepción de lo deseable y lo necesario. Pongo algunos ejemplos de lo que me preocupa.

La expansión del teletrabajo y el aprendizaje de las empresas para usarlo. Se nos vende como un modelo liberador, pero puede convertirse en otra vía se sobreexplotación, en un paso más en la demolición de lo colectivo que se necesita para dignificar el empleo, de fomentar el aislamiento y, cómo no, de reforzar el discurso conservador de la conciliación que supone que quienes deben conciliar son las mujeres.

El teletrabajo puede volver a poner de moda la explosión urbana, la expansión de la ciudad en urbanizaciones de casas individuales en los extrarradios. Al fin y al cabo, para trabajar en casa se necesita más espacio y solo es posible encontrarlo barato lejos del centro. Se une a la propia experiencia del confinamiento. La ciudad expandida en urbanizaciones es un fiasco ecológico y social, insostenible en todos los aspectos: consumo energético, mantenimiento de infraestructuras, servicios públicos, etc.

La casa aislada que en teoría nos protege tiene, además, asociado el uso masivo del coche privado, que puede verse revalorizado por temor al contagio en el transporte público.

Corremos el riesgo de experimentar una regresión en muchos campos y hacer felices a los grandes negocios antiecológicos y antisociales. La que ha montado este maldito virus.

Necesitamos con urgencia políticas públicas que den salidas a los nuevos problemas y eviten que tengamos que enfrentarnos a una regresión en toda la regla.