El futuro es esto
Periodista
Dice el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que la economía española va como un tiro y que la recuperación llega tan fuerte que más vale encargar ya el yate nuevo, porque luego habrá colas. Pues claro. ¿Cómo no habrá recuperación, si 2015 es año de elecciones? Dispongámonos a vivir en Eldorado, señores. Menos en la cuenta corriente, vamos a tener prosperidad por todas partes hasta que se vote. Entonces volverá aquello de “no hay alternativa”, a menos que los electores decidan que sí la hay. Puestos a hacer predicciones para el nuevo año, me llena de orgullo y satisfacción anunciarles que 2015 será muy bueno para las Bolsas. Como la renta fija (deuda pública y bonos de empresa) da tan poco interés, el dinero se volcará en la renta variable, o sea, las acciones. ¿Cómo dice? ¿Que usted no invierte en Bolsa? Sí, hombre, sí. Esos eurillos que pone en la cartilla de ahorro no tardan ni un minuto en saltar al Ibex. Ojo: que la Bolsa suba no significa necesariamente que suba para usted. Los beneficios empresariales seguirán creciendo. Por fin se verán los resultados de eso que llaman devaluación interna; es decir, la reducción de salarios. No se le ocurra pedir un aumento de sueldo: ¿quiere usted arruinar la estupenda economía española? Consuma al máximo con el salario mínimo. Y no se queje, que tiene empleo.
¿Cómo no habrá recuperación si 2015 es año de elecciones?
Si no tiene empleo en un país que va tan bien, es culpa suya
Ah, ¿no lo tiene? Pues tampoco se queje. Si no tiene empleo en un país que va tan bien, es culpa suya. Las tarifas eléctricas subirán. Mucho o muchísimo, ya veremos. Da igual que baje el petróleo. Como sabemos todos, el ciudadano mantiene una deuda eterna con las eléctricas. Cuanto más paga (y más gana el sector), más debe. No hay que confundir lo que hacen las empresas eléctricas con lo que hacen los usureros; los usureros, al fin y al cabo, tienen corazón. La Unión Europea se mantendrá en su línea. Una línea descendente que va desde el gran proyecto político, económico y social que fue hace años a la cabronada (perdonen el eufemismo) que es hoy. Angela Merkel dirá muchas más veces que España es un ejemplo para el resto de los países europeos y, como premio, acogerá a unos cuantos miles más de inmigrantes españoles.