También la oficina puede ser verde
Algunos de los objetos fabricados por el humano que más contaminan se encuentran en el lugar de trabajo. Ordenadores, teléfonos, fotocopiadoras, papel… también son productos que pueden consumirse de manera responsable y reciclarse fácilmente con sólo tomar conciencia de la importancia de hacerlo. Teniendo en cuenta que salvar el medio ambiente es posible si cambiamos ciertos hábitos en nuestra vida cotidiana, ¿por qué no hacerlo en el trabajo, donde pasamos buena parte de nuestro tiempo?
A pesar de su pequeño tamaño, los teléfonos móviles contienen elementos muy contaminantes. Dada la rapidez con que cambiamos de aparato, es esencial que los fabricantes, las marcas comercializadoras y los políticos se pongan de acuerdo para garantizar su reutilización, reciclaje y la adecuada eliminación.
ORDENADORES TÓXICOS
Los ordenadores dejan su huella en el entorno durante todas las etapas de su vida: fabricación, uso y eliminación. En la fabricación de un PC de 24 kilos, por ejemplo, se utiliza al menos diez veces su peso en combustibles fósiles, mucho más que en el caso de un coche o de una nevera, que únicamente lo duplican o triplican. Las computadoras precisan un alto consumo de energía y son una fuente de sustancias tóxicas y cancerígenas si su eliminación no se gestiona adecuadamente. Entre los metales que contiene un ordenador puede haber aluminio, antimonio, arsénico, bario, cadmio, cromo, cobalto, cobre, oro, hierro, mercurio, paladio, platino, plata y zinc, por citar sólo algunos. La exposición a ellos puede causar daños a las personas a largo plazo, especialmente si aquellos objetos se arrojan a un vertedero.
Cada oficina debería integrar en su rutina un plan de reciclaje de papel
La mensajería ecológica es una práctica sostenible cada vez más extendida en nuestras ciudades
¿Cómo podemos contribuir a cuidar el entorno desde nuestro lugar de trabajo? Los propios empleados pueden ponerse manos a la obra sin esperar a que sean los jefes quienes tomen la iniciativa. Es cuestión de convencerlos de que no sólo es bueno para el medio ambiente, sino también para el negocio. Sólo hace falta voluntad de hacerlo y seguir unos sencillos pasos, especialmente en lo que se refiere al reciclaje de papel. Cada oficina debería tener un plan para hacerlo de manera sostenible.
Otro modo de promover prácticas sostenibles en el lugar de trabajo es utilizar la mensajería ecológica. Cada vez más empresas optan por estos servicios, que ahorran energía, dinero y emisiones tóxicas. En lugar de utilizar coches o motos tradicionales para repartir los paquetes y cartas, los mensajeros utilizan bicicletas o vehículos eléctricos.