El secuestro de la amígdala
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Con el comienzo de la pandemia, mi cabeza empezó a dar vueltas sin rumbo. Se apoderó de mí una especie de parálisis, al tiempo que no paraba de leer en redes y buscar noticias día y noche, casi obsesivamente. Y pensaba: “Hace tiempo que vengo viajando en trenes a reventar, y estaba segura de que era un peligro. El gobierno podría haber evitado esta situación”.
A eso se le sumaron los primeros síntomas, que tomé como parte de este propio proceso mental.
— Mariana, eres tú. Te está secuestrando la amígdala, me dije.
El...