El hidrógeno es el gas más ligero y el elemento químico más abundante del universo, aunque no puede considerarse un recurso natural como tal —no hay yacimientos de hidrógeno, para entendernos—, sino que existe combinado con otros elementos.
Primero fue considerado una auténtica revolución para acabar con la dependencia energética, y Estados Unidos se puso a la cabeza de ella. Europa parecía que quería explorar sus posibilidades.