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Educación financiera sí, pero con sentido crítico

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El pasado día 3 de octubre se celebró el segundo Día de la Educación Financiera, promovido por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, (CNMV). De entrada hay que decir que todo lo que sea aumentar la educación de los ciudadanos es sin duda positivo. En el campo financiero el mejor fundamento para aumentar la educación de los ciudadanos es proporcionarles buena información. Uno de los problemas más serios del mundo financiero es la llamada asimetría de la información. Es decir, las entidades financieras tienen toda la información sobre la evolución del mercado y sus productos mientras que los clientes lo desconocen prácticamente todo. Por lo tanto, para aumentar la educación lo primero que hay que hacer es ofrecer a los ciudadanos una buena información.

En segundo lugar, no se debería caer en el error de atribuir los problemas que han padecido millones de ciudadanos de este país con productos tóxicos como las preferentes, subordinadas, clausulas suelo, swaps, intereses usureros o comisiones abusivas son consecuencia de una falta de educación de los afectados. Hay que rechazar la idea de que lo ocurrido ha sido debido principalmente a la falta de cultura financiera de los clientes bancarios. Las estafas cometidos han sido consecuencia de graves engaños y abusos cometidos por numerosas entidades financieras  como han puesto de relieve decenas de miles de sentencias judiciales. Efectivamente decenas de miles.

En este sentido, Manuel Pardos, presidente de la asociación de consumidores, Adicae, ha pedido que la educación que se facilite “sea una educación crítica, para que los ciudadanos se puedan defender de los posibles abusos”. Pardos ha precisado que “no puede ser que la educación financiera la proporcionen empleados o ex empleados de los bancos que han cometido estos abusos”. En su opinión, “lo que hacen es un tipo de educación dirigida sobre todo a los jóvenes con el fines publicitarios para mentalizarles para venderles nuevos productos en muchos casos tóxicos”. Pardos advierte de que actualmente los bancos siguen vendiendo nuevos productos con mucho riesgo y del que no son conscientes los clientes. El presidente de Adicae considera que las reformas legales introducidas por el ministro de Economía, Luis de Guindos, durante la crisis “han debilitado aún más la posición de los clientes”. “Ahora”, precisa, “se hace firmar a los usuarios documentos en los que manifiestan que a pesar de todo están de acuerdo con adquirir el producto con lo cual toda la responsabilidad es para ellos”.

En definitiva la información es necesaria, pero tiene que ser completa, crítica y pensando sobre todo en los intereses de los clientes que son la parte más débil de este litigio.